ME APUNTO… A LO DE LA LIBRETA

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Bueno ya estamos en otoño y con el, la liga de fútbol ya está en plena ebullición. Si ayer lunes se celebraba el último encuentro de la tercera jornada de primera división; hoy martes, casi sin dejar pasar veinticuatro horas de por medio, se juegan los tres primeros encuentros de la cuarta jornada; y es que el calendario, entre liga, champions y copa, está más que apretado.
La incógnita será saber si esos llamados, deportistas de elite, aguantarán tanta tralla. Porque la verdad es que algunos son de cristal, cristal de Murano eso sí, lo digo por lo mucho que han costado, y lo frágiles que parecen.
El Madrid ya tiene overbooking en la enfermería. Empezando por Kaká y acabando por Canales, el último ingresado…; el Barça, ya ven ustedes, el maltratado tobillo de Messi…, Agüero en el Atletí está entre algodones..., y así, suma y sigue…
Pero bueno, eso de las lesiones, en esto del fútbol es -el pan nuestro de cada día-…., no es novedad y las lesiones existirán mientras exista esto del balompié.
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Lo que sí es nuevo este año, al menos en el Madrid, es…., el mister: ¡MOU!, todo un personaje.
Yo creo que este año, además de cosechar mejores resultados que en el anterior, además…nos vamos a divertir. Este hombre es todo un show. Verle en el banquillo, en comparación con el soso de Pellegrini, es un auténtico placer, ¡este hombre tiene sangre en las venas!, lo vive.
Sus gestos pueden ser exagerados…, lo admito, pero yo, mientras no sean ofensivos, lo agradezco…, porque se ve que este hombre está poniendo el alma en lo que hace, y eso es una virtud que hay que valorar… y mucho. Aún así, creo que a pesar de toda su parafernalía, Mourinho tiene los pies en la tierra y sabe lo que hace. Esta frase suya le retrata perfectamente: "En el fútbol lo arriesgo todo. En lo personal, riesgo cero".
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Sin embargo ahora, quiero fijar la atención de mis lectores, a su celebre libreta, la gran protagonista de este post.
¿Quién no ha oído hablar de la famosa libretita de marras?, Sin embargo, SEGURO que ya no es la misma con la que empezó…., faltaría más, ¡ya ha escrito tantas, como para editar un tomo enciclopédico!...
El tío no para de hacer anotaciones…; masca chicle y escribe, bebe agua y escribe; se levanta y escribe; se pone a regañar a sus jugadores y escribe….; escribe, escribe, escribe….
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Escribe tanto, que uno puede llegar a pensar que este hombre ha equivocado la profesión…., pero no, porque todo lo que escribe, es aprovechable.
Dicen que esas libretitas, son el secreto mejor guardado, no se pueden ver, no se pueden fotografiar –por dentro, se entiende- y salvo sus más allegados colaboradores, no se pueden ni tocar.
Y … ¿Qué será lo que apunta este hombre con tanto afán?; se supone que todas las variantes y estrategias que ve durante el partido. Todos los fallos y aciertos, los del rival y los propios. Todos los puntos en los cuales, los suyos….. ¡pueden mejorar!.
En una de las primeras ruedas de prensa que dio Mourinho en Valdebebas, dijo que el fútbol no es una ciencia exacta, y que para ser ganadores había que trabajar mucho y mejorar cada día…. Bien, pues AHÍ está precisamente la filosofía de la libreta… en MEJORAR.
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¡Que gran idea!; entonces, me dije yo.... ¿por qué no aplicamos también esa –ayuda- a nuestra vida cotidiana?...
La vida es ese conjunto sucesivo de días en los que hay que mejorar en cada uno de esos momentos que se nos conceden. O dicho de otro modo…, tenemos que aprovechar todos los talentos que Dios ha puesto en nuestras manos. Mejorar o estancarse, esa es la cuestión y ahí, no hay términos medios; como diría una que yo me sé, -siempre más y mejor-.
Y para mejorar, para perfeccionar-se, cualquier ayuda es poca, porque es en este tiempo, que es muy poquito, es donde nos estamos jugando el GRAN PARTIDO...
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Por eso…., eso de la libreta me parece una fantástica ayuda.
La libreta como algo, íntimo, personal y secreto.
Como algo donde podamos apuntar nuestras caídas y también nuestros logros.
Como un desahogo del alma.
Como un lugar donde poder acudir a repasar nuestras luchas.
Como un refugio, donde apuntamos inspiraciones que nos salen en la oración.
Como un confesionario particular e íntimo, no para angustiarse con las culpas sino para reconocerlas con seriedad y confianza en Dios y para poner –también por escrito- los propósitos para enmendarse.
Se trata en definitiva, de reconocer y valorar por escrito, nuestro estado actual para trabajar en el y poder tener en cuenta lo que hacemos, revisarse a cada instante, cuestionarse siempre si estamos haciendo bien las cosas, siempre en presencia de Dios.
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El partido de nuestra vida está en juego, nosotros somos nuestro propio entrenador y de nuestro trabajo por mejorar-nos, dependerán los resultados.
Por eso, en eso de triunfar…, siempre será bueno fijarse en los expertos como el tío Mou, que gracias a Dios, indirectamente, ya nos ha sugerido esa gran idea de la libretita como diario de batallas…, a mí me gusta la idea, y por eso la comparto, y os confieso que personalmente, me parece tan útil que desde hoy mismo….., ¡la pondré en práctica!. ¿Te apuntas tu también?...

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