MI CAMINITO ....

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"Mi caminito es el camino de una infancia espiritual, el camino de la confianza y de la entrega absoluta." Sta Teresita de Lieseux.

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Afortunadamente, conocí a Dios pronto…, mi madre, mi buena, querida y añorada madre, que el Señor tenga en su gloria, fue la que puso en mí, la semilla luminosa de la fé.
Luego, al cabo de los años, en la adolescencia y en la juventud…, me empeñé en caminar solo, por senderos oscuros y…. me la pegué. El tortazo fue mayúsculo, sin embargo como normalmente se dice, y no por ello deja de ser cierto, Dios escribe recto sobre renglones torcidos…, y aquella primera semilla, incipiente, pequeñita, esquelética por no haberla regado…, aún seguía ahí…, y Dios, Nuestro Señor se valió de ella, para hacerla germinar, para enderezar mi camino.
En el camino de la vida, el buen Dios, te va poniendo ayudas, nuestra libertad es la que escoge el camino…, y después de aquel batacazo, yo necesitaba recomponer mi vida y agarrarme a cualquier ayuda para salir del hoyo…, en aquel momento, el jardinero que regó mi semilla con su ejemplo y su palabra fue un buen amigo, uno de los mejores, al que recuerdo con mucho cariño y al que desafortunadamente por avatares de las vida, ya le perdí la pista.
Este me llevó a un centro de la Obra y San Josemaría y la Santísima Virgen, hicieron el mejor trabajo de reparación que un alma ha podido tener…, ahí volví a encontrarme conmigo mismo y con mi Creador, el mismo que siempre me había estado esperándome, el mismo al que yo tantas veces rechacé.
Ya han pasado muchos años de aquello. Mi vida es otra, en todos los sentidos; de haber seguido por aquel camino lleno de adicciones a todos los vicios imaginables, hoy probablemente, no sé si quiera si seguiría vivo… no sé. Pero Dios seguía esperando siempre el encuentro conmigo, ahora lo sé, lo sé.
Ahora, casi con los ojos llenos de lágrimas, veo lo mucho malo que hice y lo mucho que se me ha perdonado, no tengo más que palabras de profundo agradecimiento y de amor hacía mi Señor Jesús.
Algunos dicen que Dios no existe, porque probablemente no lo han experimentado, yo lo siento, lo sé, pero todo empezó en casa, de niño, mi madre fue la que me mostró ese primer caminito…
Quisiera volver a esa infancia, volver a ser niño otra vez, y con aquellos oídos límpios, con esa mente inocente y esponjosa, oír de nuevo, de la voz de mi madre, lo mucho que me quiere Dios, lo mucho que yo le tengo que querer…
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Pido hoy, día de Santa Teresita, maestra de esa gran fé – de los pequeñitos- , que por su intercesión, me de fuerza y firmeza en defender el mucho AMOR que se me ha dado y que me conceda generosidad, para repartir todo, a todos los que se crucen en mi camino en esta vida terrena. AMEN.

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