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En la Escritura hay un montón de pasajes enigmáticos y/o aparentemente abiertos a distintos razonamientos. Aunque naturalmente la última palabra, en la recta interpretación, la tiene el Magisterio de la Iglesia a través de sus doctores; pienso que eso no es óbice para que, en una lectura “íntima”, cada uno tenga sus inspiraciones, y estas sean distintas y muy particulares, según su disposición y circunstancia.
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Hoy, concretamente me estoy refiriendo al versículo 9-16 del Evangelio de San Lucas:
“.. otro le dijo: -Te seguiré, Señor; pero déjame antes despedirme de los de mi casa.-
Le dijo Jesús: «Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás es apto para el Reino de Dios.”
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¿Qué quiere decir el Señor con esas palabras?
Probablemente algunos dirán que Jesús, nos pide diligencia en el servicio. Disposición inmediata. Sin embargo, la exigencia parece demasiado estricta, ya que, nos puede dar a entender que, si la respuesta no se produce con presteza… todo está perdido. Esta es una deducción muy dura.
De todos modos, todo es cuestión de matices, y también como he dicho antes de momentos…. anímicos.
Aunque la anterior disquisición no es del todo descabellada, ni mucho menos, errónea, porque -depende de cada cual-; a mí, me gusta más, -el mensaje- que creo nos quiere dar Jesús, en este pasaje, no sé bien, si parabólico o sucedido.
Precisamente la torpeza (el pecado) del labrador consiste en desviar la vista del frente mientras está arando.
Me parece más consistente, me gusta más la idea, de mantener fija la atención, de no desviar la mirada. Porque…, si Él llama y tenemos claro quien es Él, no puede caber distracción alguna, y por supuesto no tiene ningún sentido poner condiciones.
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Ahora, por lo que sea, en este momento de mi vida, me quedo con ese primer mensaje; lo otro…; lo de, ser o no: “apto para el reino de los cielos"; cada uno, podrá continuar haciendo sus cábalas sobre el significado y sus destinatarios.
Yo… por ahora… prefiero no entrar en eso…, más que otra cosa, -por no distraer la mirada-
Por eso... lo dejo para otro día.
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Merece la pena ver estas “variaciones” que Steven Sharp Nelson, realiza sobre la obra de Juan Sebastián Bach. La ejecución es magistral pero sobretodo quiero destacar su excelente buen humor.
Por favor, no os lo perdáis, es divertidísimo.
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5 comentarios:
Esa frase del Evangelio siempre me ha inquietado, yo la interpreto como que cuando se toma la decisión de seguirle o de avanzar un paso más en su seguimiento, no se debe pensar en lo que dejas atrás, no dudar de la decisión tomada y seguir...,seguir..., tras Él hasta que llegue el encuentro definitivo.
Como Tú dices, si no apartas la mirada del objetivo, Él, todo es más fácil, habrá tentaciones a un lado y a otro, pero no te distraen de la meta.
Este post no distrae, anima a seguir en la decisión inicial.
BESIÑOS, con la mano en el arado.
Es una de las interpelaciones del Evangelio que más me gusta, gracias
Y por cierto, la frase de hoy es muy cierta, este blog tuyo es todo un misterio, cuanto más lo conozco, más misterioso me parece, jajaja...
Soy una pesada, pero eso de no poder ver un banner me tiene intrigada jajaja...
BESIÑOS desagobiados
NO SE DEBE MIRAR ATRÁS, eso es lo que siempre me ha venido al leerlo, una entrada preciosa, y el video final magistral, un abrazo Arcendo.
Permiteme que entre solo a saludarte y felicitarte por tu alegría ante las notas de la campeona. Un abrazo fuerte a todos. Espero poder acabar pronto las obras que hay en casa y puede dedicar un tiempo bloguero que anhelo fuertemente.
Un abrazo a todos los amigos de esta casa que veo por arriba.¡os quiero a todos!
hermoso, hermoso, lo de fijar la mirada nos hace apatos para el reino de los Cielos, o al menos nos abre la puerta para serlo. Bendiciones hermano.
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