INCOMPRENSIBLE (para algunos) pero NECESARIA (para mí), PARADOJA SABATINA

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Hoy precisamente, cuando media España está de vacaciones, y cuando la otra media está esperando cogerlas…..

Hoy precisamente, sábado, sabadete…, el día escogido por tantos, para la expansión y el desparrame….

Hoy…, hoy precisamente, día en el que a muchos, el cuerpo les pide juerga…; aunque sea anacrónico, aunque parezca paradójico, aunque esas dos "medias Españas" no me entiendan, yo necesito hablar del dolor.

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No, no es que yo sea masoquista, ni me guste sufrir. Sino que, precisamente ahora, necesito respuestas al dolor, a la preocupación, al sufrimiento y solo las encuentro cuando miro a la Cruz.

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Aquella, la terrible, la brutal, la que vivió El, y en la que murió para traernos la VIDA.

Aquella que fue un exceso de abundancia, que fue el mayor torrente de Amor de DIOS, hacía su criatura, el hombre.

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En la Cruz, pese a lo que pueda parecer, no hay impotencia divina, ¡que nadie se confunda!, en la Cruz solo hay INMENSA generosidad Y TODO EL AMOR.
Sin embargo ante la contemplación de aquella masacre crística, la pregunta no puede ser otra:

“¿Si eres Hijo de Dios por qué no bajas de esa cruz?”

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El castigo fue terrible, atroz, inhumano, excesivo;  desmedido, nada Light, sin azúcar, sin paliativo alguno..., lo revelan sus propias palabras:
"Si es posible..., pasa de mi este cáliz", "¿¿Por qué me has abandonado??"

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Pero lo suyo fue, decididamente un acto de voluntad, en la que no se abandonaba, sino que filialmente acababa confiando, ENCOMENDANDO TODO EN LAS MANOS DEL PADRE, para poder empezarlo TODO.
El AMOR fue su razón, la causa primera, el motor que le impulsó a vivir el dolor más indecible que haya podido soportar un ser humano ¡jamás!, aunque este hombre sea el mismo DIOS.
La tentación era lo más fácil, siempre lo es. ¿Por qué no abandonó?, ¿Por qué NO bajó de aquella terrible Cruz?, la respuesta nos la susurra el mismo Jesús, en nuestro propio oído:

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“Si no bajé entonces de esa Cruz, fue ¡y es!, por amor a ti”

Cuando tengamos algún dolor… pensemos en eso, pensemos en Él. Porque eso, además de un consuelo, es verdaderamente ASÍ.

Virgen Madre, que al pié del Calvario, nos diste una suprema lección de amor… RUEGA POR NOSOTROS, ruega por mí y los míos, en este sábado bloguero del mes de Julio.

 

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