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Quien haya seguido la trayectoria de este blog, habrá podido notar que lo de estas últimas semanas, no es habitual.
Antes posteaba más y tenía como buena costumbre dar una vueltecita por los blogs amigos; ahora…, posteo cada 2 o 3 días y además, siento que tengo algo abandonada a mi gente (nunca en la oración); y es que, últimamente la salud no me acompaña mucho. Ya sabéis lo que pasa, cuando los dolores y las preocupaciones afloran, se tienen ganas de muy pocas cosas.
Sin embargo no quiero dejar el blog abandonado, siempre he dicho, porque es cierto, que el contacto con vosotros es para mí, alimento-; por eso…, cuando encuentro un oasis anímico, intento postear algo, para sentiros cerquita.
Dicen –por ahí-, que da la sensación de que mis posts son repetitivos, que muchas veces acabo hablando de lo mismo.
Claro que, intento que mis escritos sean interesantes y también trato de ser variado en los temas: -cine, música, testimonios, historias, lugares, experiencias e incluso política tienen aquí cabida…;- PERO…, en mi blog, ni puedo, ni quiero olvidar, lo que para mi vida es el tema central; por eso, si este es el motivo de la queja, -aviso a los acusadores-, seguiré haciéndolo, ¡seguiré pregonando a DIOS, también en este blog!, porque quiero que DIOS envuelva todas mis actividades, llene toda mi vida.
Dios es mi motor primero, mi único anhelo, mi esperanza; Dios lo es todo para mí. ¿Cómo no voy a decirle al mundo lo que siento, y me gustaría que ellos sintieran?
Dejad que os cuente una anécdota.
Hace unos –pocos- años, cuando salió a la venta “La sangre del Pelícano”; fui con mis hijos a la Feria del Libro del Retiro con el objetivo de que Miguel Aranguren, su autor, me firmase un ejemplar del mismo. Misión cumplida, tuvimos la suerte de conocerle, de comprobar su calidad humana, su amabilidad. Salí de aquella caseta, con tres libros más y seguro de haber encontrado en Miguel un buen amigo.
Antes posteaba más y tenía como buena costumbre dar una vueltecita por los blogs amigos; ahora…, posteo cada 2 o 3 días y además, siento que tengo algo abandonada a mi gente (nunca en la oración); y es que, últimamente la salud no me acompaña mucho. Ya sabéis lo que pasa, cuando los dolores y las preocupaciones afloran, se tienen ganas de muy pocas cosas.
Sin embargo no quiero dejar el blog abandonado, siempre he dicho, porque es cierto, que el contacto con vosotros es para mí, alimento-; por eso…, cuando encuentro un oasis anímico, intento postear algo, para sentiros cerquita.
Dicen –por ahí-, que da la sensación de que mis posts son repetitivos, que muchas veces acabo hablando de lo mismo.
Claro que, intento que mis escritos sean interesantes y también trato de ser variado en los temas: -cine, música, testimonios, historias, lugares, experiencias e incluso política tienen aquí cabida…;- PERO…, en mi blog, ni puedo, ni quiero olvidar, lo que para mi vida es el tema central; por eso, si este es el motivo de la queja, -aviso a los acusadores-, seguiré haciéndolo, ¡seguiré pregonando a DIOS, también en este blog!, porque quiero que DIOS envuelva todas mis actividades, llene toda mi vida.
Dios es mi motor primero, mi único anhelo, mi esperanza; Dios lo es todo para mí. ¿Cómo no voy a decirle al mundo lo que siento, y me gustaría que ellos sintieran?
Dejad que os cuente una anécdota.
Hace unos –pocos- años, cuando salió a la venta “La sangre del Pelícano”; fui con mis hijos a la Feria del Libro del Retiro con el objetivo de que Miguel Aranguren, su autor, me firmase un ejemplar del mismo. Misión cumplida, tuvimos la suerte de conocerle, de comprobar su calidad humana, su amabilidad. Salí de aquella caseta, con tres libros más y seguro de haber encontrado en Miguel un buen amigo.
Sin embargo…, aquello no fue todo. Ya que vas, cotilleas.
Vimos a Losantos y a Cesar Vidal firmando libros, profusamente. Allí estaba Peréz Reverte y también Ángeles Caso, que por entonces también acababa de sacar libro, creo que premiado con el Planeta, o algo así. Y hasta vimos al Doctor Poveda, paseando por la feria con una de esas camisas “hawaianas” que tanto le gustan.
La feria del libro, es un sitio curioso y dispar. Gentes de todo tipo acuden al Paseo de Coches del Retiro cada año, llenando de colores y voces un largo pasillo de casetas. A estas se acercan niños acopiando viseras, bolsas, globos, etc.; Curiosos buscando las últimas novedades editoriales, discretos paseantes y hasta enamorados besucones ajenos a toda esta movida…
Nosotros éramos unos pececillos más, insignificantes, en la gran riada humana de este rastrillo cultural; y además íbamos a favor de la corriente y haciendo lo mismo que los demás… De sitio en sitio, recabando aquel folleto, cogiendo esta propaganda, curioseando en definitiva.
Ya saliendo de ese maremágnum, una de las casetas finales nos llamó la atención. Tenían obras de Tolkien. Concretamente nos enganchó un “Bestiario ilustrado” de la saga del “Señor de los Anillos”, con unos dibujos espléndidos. Pregunté el precio, me pareció muy asequible y después de una atenta revisión familiar al cabo de 10 minutos, acabé comprándola.
Pero… Lo curioso no fue esa peripecia, sino algo que ocurrió simultáneamente en la caseta contigua.
Esoterismo, brujería y ciencias ocultas, era la temática, de aquel otro stand.
Las pintas de los que atendían ese chiringuito, una mujer y dos hombres, eran toda una advertencia -al peligro-.
Ella parecía sacada de una tele de esas del 906. Entrada en años, maquillada en exceso, llena de bisutería barata, y dispuesta a echarte las cartas, en menos que canta un colibrí.
Uno de los hombres, el más joven de los tres, lucía al más puro estilo gótico-punk. Siniestrito él. Negro de vestimentas, paliducho de tez y lleno de piercings y tachuelas. Todo un ejemplar.
El otro…, vestía más “normal”, pero también le adornaban ciertas peculiaridades. Su aspecto (salvando la diferencia de años) era el de aquellos progres revolucionarios que corrían delante de “los grises” en época de Franco.
Vestimenta típica, es decir totalmente desfasada. Lo único que “modernizaba” algo su rostro era un pendiente en la oreja derecha, lo demás todo, offside tirando a cutre:
Vaqueros rotos, deshilachados y descoloridos. Cinturón de gruesa hebilla. Botas de Cowboy, camiseta de tirantillos con la carita del Ché Guevara, un chaleco marrón lleno de pins y una gorra rara supongo que, para ocultar sus canas y su ya incipiente calvicie.
Un dato más que nos ayudará a –situar- al personaje…, también lucía dos pins alfileteados en aquella extraña gorrita. El primero era una cruz, ¡pero invertida!. El segundo era una chapita también con la imagen de una cruz, esta vez tachada.
Ese era el panorama…, y este trio de ases, los protagonistas.
No soy yo, dado a escuchar conversaciones ajenas, pero aquella vez, no pude evitarlo. Muchas de las casetas de la feria están literalmente pegadas una a la otra, así que, si no hay mucho barullo es fácil escuchar lo que están diciendo al lado, aún sin pretenderlo. La charla entre aquellos tres personajes fue muy significativa:
El “progre” (parecía llevar la voz cantante), decía que siempre había rezado a DIOS y nunca le había hecho ni p… caso; por lo que se proponía, no solo a pasar de Él, sino hacerle la guerra sin cuartel. Lo extraordinario del caso es que, decía actuar así porque se sentía traicionado, se sentía dolido; no porque no creyese en ÉL.
Los otros dos callaban atentos, no sé si aguardando su turno, o más bien esperando no tener que hablar. Simplemente asentían.
Esoterismo, brujería y ciencias ocultas, era la temática, de aquel otro stand.
Las pintas de los que atendían ese chiringuito, una mujer y dos hombres, eran toda una advertencia -al peligro-.
Ella parecía sacada de una tele de esas del 906. Entrada en años, maquillada en exceso, llena de bisutería barata, y dispuesta a echarte las cartas, en menos que canta un colibrí.
Uno de los hombres, el más joven de los tres, lucía al más puro estilo gótico-punk. Siniestrito él. Negro de vestimentas, paliducho de tez y lleno de piercings y tachuelas. Todo un ejemplar.
El otro…, vestía más “normal”, pero también le adornaban ciertas peculiaridades. Su aspecto (salvando la diferencia de años) era el de aquellos progres revolucionarios que corrían delante de “los grises” en época de Franco.
Vestimenta típica, es decir totalmente desfasada. Lo único que “modernizaba” algo su rostro era un pendiente en la oreja derecha, lo demás todo, offside tirando a cutre:
Vaqueros rotos, deshilachados y descoloridos. Cinturón de gruesa hebilla. Botas de Cowboy, camiseta de tirantillos con la carita del Ché Guevara, un chaleco marrón lleno de pins y una gorra rara supongo que, para ocultar sus canas y su ya incipiente calvicie.
Un dato más que nos ayudará a –situar- al personaje…, también lucía dos pins alfileteados en aquella extraña gorrita. El primero era una cruz, ¡pero invertida!. El segundo era una chapita también con la imagen de una cruz, esta vez tachada.
Ese era el panorama…, y este trio de ases, los protagonistas.
No soy yo, dado a escuchar conversaciones ajenas, pero aquella vez, no pude evitarlo. Muchas de las casetas de la feria están literalmente pegadas una a la otra, así que, si no hay mucho barullo es fácil escuchar lo que están diciendo al lado, aún sin pretenderlo. La charla entre aquellos tres personajes fue muy significativa:
El “progre” (parecía llevar la voz cantante), decía que siempre había rezado a DIOS y nunca le había hecho ni p… caso; por lo que se proponía, no solo a pasar de Él, sino hacerle la guerra sin cuartel. Lo extraordinario del caso es que, decía actuar así porque se sentía traicionado, se sentía dolido; no porque no creyese en ÉL.
Los otros dos callaban atentos, no sé si aguardando su turno, o más bien esperando no tener que hablar. Simplemente asentían.
Al tío le habían dado cuerda y la tenía para rato.
En aquel –afortunadamente- corto espacio de tiempo, entre blasfemias y topicazos pude oír algo que, inició en mí, una reacción inversa que hoy todavía me dura.
Este hombre afirmaba con orgullo, que tanto en internet o en cualquier otra actividad… el siempre escribía la palabra “dios”, es minúsculas. Porque escribirlo así le hacía mucho más ateo, mucho más humano, según él.
Al cabo de un tiempo, descubrí que esa práctica no es única y además es consigna. ¡Son legión los que así lo hacen!
No voy a poner ningún enlace para no favorecer al enemigo, pero basta poner “dios en minúscula” en cualquier buscador (Google p.e.), para que se pueda verificar lo que digo.
En aquel –afortunadamente- corto espacio de tiempo, entre blasfemias y topicazos pude oír algo que, inició en mí, una reacción inversa que hoy todavía me dura.
Este hombre afirmaba con orgullo, que tanto en internet o en cualquier otra actividad… el siempre escribía la palabra “dios”, es minúsculas. Porque escribirlo así le hacía mucho más ateo, mucho más humano, según él.
Al cabo de un tiempo, descubrí que esa práctica no es única y además es consigna. ¡Son legión los que así lo hacen!
No voy a poner ningún enlace para no favorecer al enemigo, pero basta poner “dios en minúscula” en cualquier buscador (Google p.e.), para que se pueda verificar lo que digo.
Así, desde entonces y por eso, -como habréis observado los más perspicaces-, yo siempre procuro escribir la palabra DIOS en mayúsculas, precisamente por todas las razones contrarias a las de aquel pobre infeliz de la caseta esotérica.
DIOS es para mí, mi todo, y escribiéndolo así, siento de algún modo, desde mi humilde condición humana, que estoy pregonando a los demás, su grandeza y lo que siento por Él.
Por fín acaba otro post en el que hemos vuelto a hablar de DIOS, mi tema predilecto.
DIOS es mi Creador, pero también es mi sostenedor.
Si Él dejase de PENSAR en mí, un solo instante, -yo no existiría-. Él me sostiene por amor, Él sostiene mi vida.
¿Cómo yo, no voy a PENSAR en Él?, ¿cómo no voy a hablar de Él?
En este blog y siempre que pueda, lo seguiré haciendo, aunque me tachen de reiterativo, me da lo mismo, cosas peores se han visto...
En este blog y siempre que pueda, lo seguiré haciendo, aunque me tachen de reiterativo, me da lo mismo, cosas peores se han visto...
* * * * *
12 comentarios:
Jolines ya venia corriendo toda asustada. Me voy tranquila. tu pasa de lo que digan, al enemigo, ni agua, lo les escuches y escribe de lo que te de laq gana y como te de la real gana aunque solo sea repetir una y otr vez DIOS,DIOS,DIOS,DIOS... ¿Acaso hay algo mejor que leer?
Anda guapo sigue como vas.
Jajaja, mira como venia en tu busca que no me di cuenta de cambiar el perfil. Pues digo lo mismo que se sepa. A mi no me resultas nada repetitivo.
Un bezaso.
Ten por seguro Arcen,que si aquí no se hablara de DIOS, yo no estaría aquí en este blog con total seguridad.
Trato de ententer la postura de esa persona enfada con Dios. Dios siempre escucha, eso está claro, otra cosa es que nos tenga que dar lo que le pedimos, bien porque no es ligítimo o no toque en este momento.
Detrás de todos los que suelen decir eso, suelen haber personas un poco soberbias, que exigen a Dios que les den lo que piden con la misma rápidez que te sirven en un fastfood.
Dios hay veces que responde muy rápido también lo sabemos, según nuestros planes. Pero siempre no tiene que ser así.
La verdad es que Dios da las cosas cuando tocan, no para cuando las pedimos nostros, y hay que ser un poquito humilde y dejar a Dios ser Dios, y esperar a que nos dé en el momento que mejor corresponde las cosas sean cuales sean, o en su caso no nos la dé, porque no correponde en absoluto, en cuyo caso Dios nos dará sin duda lo que realmente le deberíamos haber pedido,no le que le pidimos, además de "explicarnos" el porqué de darnos algo diferente a lo pedido, siempre le gusta dar a entender ese cambio que hizo, doy fe de ello.
Y menos mal, si ignorantes de nosotros fuéramos los que les tenemos que decir al médico lo que nos tiene que recetar sin escuchar lo que él diga, y el médico acceder siempre a nuestra ingnorantes peticiones (salvo expeciones)...menudo desastre.
Sinolvidar que el médico después de todo es humano y también se equivoca, mientras que Dios no se equivoca.
En vez de pataler o incluiso odiar a Dios y su Iglesia, cada vez que no se nos concede nada, sería mejor ponernos en manos del "médico" que jamás se equivoca y todo lo hace bien.
A todos los que somos creyentes, Dios nos ha negado varias cosas de las que les hemos pedido, pero personalmente siempre he podido ver de forma clarísima que esa negación era lo mejor que me podía haber pasado.
Seamos humildes, dejemos a Dios ser DIOS, y que sea ÉL el responsable de darnos o no darnos lo que pidamos con la tranquilidad abosulta de que si nos niega algo, es siempre para BIEN nuestro y de los demás.
DIOS LO HACE TODO PERFECTO,NUNCA SE EQUIVOCA, QUIERE LO MEJOR PARA NOSOTROS Y COMO NOSOTROS TAMBIÉN LO MÁS RÁPIDO POSIBLE... son varias de las premisas de las que debemos partir antes sacar conclusiones sobre el silencio de Dios,es que Dios no es vago, ni se hace el remolón, ni es un sádico para atrasár lo que le pedimos sino es para nuestro bien ese mismo retraso temporal.
Que DIOS te bendiga!
Ya se sirvió de este infeliz para que en tu vida pongas en minusculas nada respecto a Dios, como Padre, Hermano nuestro y con su Espiritu en nuestra Vida....la Vida con mayuscula tambien es la que viene de Dios...Hay que poner mayusculas. un abrazo, me gusta lo que dices y animate Arcen....pensaré en tus dolores en el rosario....
De lo que llevas en el corazón habla tu boca y tu llevas a Dios en el. Bs.
¡Ay que recuerdos guardo yo de la Feria del libro de Madrid!¡Cuantos días habré echado yo allí en mi juventud! pero recuerdos aparte... lo mejor de este post, esas mayusculas... Dios...DIOS... en todas las cosas, Dios, como te ocurre a ti, Dios en todas las horas de nuestra vida y nuestro mundo.
Repitelo siempre, hasta la saciedad... en tus "afueras" y en tus "adentros"...¿conoces mejor "mantra"?...
Un abrazo.
Un abrazo.
Arcen, te he enviado un par de correos, échame cuenta!
Alabado sea DIOS¡¡¡
Mi estimado Hermano en Cristo:
Es comprensible que en ocasiones como bien mencionabas en tu texto que en ocasiones el cuerpo nos pase la factura y que al mismo tiempo nos impida dar el 100%.
Con respecto a tu comentario DIOS en mayúsculas es muy cierto lo que tu dices, desafortunadamente la mayoría de las personas visualizamos a Dios como un ser mágico que nos dará la solución de todo en un "tris" y desafortunadamente cuando lo que pedimos o deseamos no se nos concede es común que nos dejemos arrastrar a otros vientos de doctrina.
Es muy bonito encontrar a muchos hermanos que aun escriben a DIOS con mayúsculas o a Dios con la inicial mayúsculas porque él es el centro de nuestra vida.
Siento una emoción el poder establecer este primer contacto debido a que un blog como la trayectoria del suyo, haya dedicado espacio para darle seguimiento a una hermana en Cristo que también desea hablar de las maravillas de Dios.
Bendiciones Hermnano Arcendo, desde Comitán Chiapas México.
Qué gracia tiene, te iba a decir algo parecido a lo de Momentos;Cada uno habla de lo que lleva en el corazón.
Bueno, pues aunque sea repetitivo, como tú, jaja... ya lo he dicho.
Lo de DIOS con minúscula ya lo había notado en internet hace tiempo y suponía que era por falta de creencia en Él, aunque si así fuera no entiendo porque hablan tanto de DIOS, con minúscula o con mayúscula, a mi no se me ocurre hablar de lo que no existe.
Esta mañana estuve dale que te pego a ver si publicabas algo y ya estaba nerviosa hasta que lo vi por la tarde en Facebook, pero como tampoco andas por ahí, pues aquí estoy.
Tu excursión a la Feria del Libro ha sido muy provechosa, lo fue entonces que nos recomendaste a Aranguren y lo es ahora que ha ocasionado este post.
Ay Arcendo... qué no daría por aliviar tus males, lo que puedo ya lo hago, pero se ve que no es suficiente,Dios te me guarde.
BESIÑOS
Arcendo, a mi me encantan tus post y aunque no comento mucho me los leo de seguido siempre. Me parecen superinteresantes y si pregonas a Dios a los cuatro vientos, pues ya ni te cuento.
Un abrazo amigo.
A mi me parece un blog que sabe tocar cualquier tema de actualidad, y en todos sabe hacer una crítica constructiva. Para nada se me hace repetitivo y cuando hablas de Dios...¡Lo bordas! ¡Siempre adelante!
Un abrazo y mi oración
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