Como se sabe, en este babel que vivimos en la actualidad, -me refiero a nivel mundial-, son muy distintas las lenguas y muy distintos sus grafismos.
Aunque todos buscan la transmisión de
información, distan mucho unas de otras. Las grafías "occidentales",
compiten en buena lid, con el griego, el chino, el japonés, el hebreo, el
árabe, el cirílico y vaya usted a saber con cuántos alfabetos, más.
Cada uno de esos vehículos
comunicativos son
peculiares y bellísimos, porque expresan, ni más ni menos algo tan importante
como son los pensamientos humanos.
Algunas grafías son antiquísimas.
Los alfabetos rúnicos, por ejemplo, fueron usados desde el siglo III A/C al XI
D/C.
En estos alfabetos las letras se llamaban
runas y estas se empleaban para escribir en las lenguas germánicas en la antigüedad y
edad media, antes y también durante la cristianización, principalmente en
Escandinavia y en las islas británicas, pero también en Europa central y parte
de la del Este.
Pero... especialmente me ha llamado la
atención -como
curiosidad-, la utilización que en la actualidad, aún en
este siglo XXI, estamos haciendo de alguno de aquellos símbolos antiguos. Me
refiero concretamente, al uso de esos alfabetos rúnicos, curiosamente aplicados
hoy, a las tecnologías más modernas.
Actualmente todo el mundo dispone
de tecnología "bluetooth"
en su teléfono, en su coche, y en su ordenador. Esta tecnología, se utiliza para
comunicar dispositivos electrónicos entre sí.
Como todo el mundo sabe, "blue
tooth" en inglés significa -diente azul-; lo que pocos conocen es que es el
nombre de un rey vikingo del siglo I, llamado... Harald
Bluetooth.
Entre las hazañas más reseñables de este
monarca danés, está la unificación de Noruega y Dinamarca. El rey Harald
siempre luchó por la comunicación y entendimiento de las diferentes tribus
sobre las que reinaba.
Es decir..., al igual que la actual tecnología...,
Harald Bluetooth fue un gran comunicador.
Pero aún hay más. El símbolo actual de esa
nueva tecnología llamada Bluetooth, es la unión de las runas nórdicas análogas
a las letras H y B: (Hagall) y (Blatand), que son a su vez, las iniciales del
nombre de aquel monarca unificador: Harald Bluetooth.
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Esto, demuestra 2 cosas..:
- Primero,
que los símbolos y la historia, tienen su vigencia.
- Segundo,
-esta va con animus jocandi-, que el mote de -dienteazul- que, en mi
adolescencia pusimos a mi amigo Pepe, estaba muy bien puesto, eso...sin conocer la Historia antedicha y ni mucho menos, esta tecnología que todavía no había llegado.
El pobre Pepe, en plena juventud ya tenía
dentadura postiza por una piorrea galopante, y cuando el hombre iba a las
discotecas, le brillaban todos los dientes de una manera azuladamente
especial, jajaja. ¡Tenía una sonrisa luminosa!, algunos pensábamos que esa asombrosa peculiaridad fosforescente, era el motivo de que nuestro coleguita, el gran PEPE DIENTEAZUL, ligara tanto..., jajaja. ¿quien sabe?
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2 comentarios:
Todo esto me impresiona, cómo la historia antigua se enlaza con el presente.
Es por eso que el azul te gusta desde lo de tu amigo? jaja...
Hoy anduve muy ocupada, mañana también, pero te comentaré el post anterior que me pareció muy interesante.
BESIÑOS AZULES chico listo
Gracias por este post instructivo en lo referente al "Diente azul", me he reido como nunca.
Un abrazote fuerte para ti y todos los tuyos.
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