Parece que a veces es bueno que ocurran ciertas cosas para
que nos podamos fijar en otras que siempre están a la vista. ¿En cuántas
ocasiones habremos pasado cerca de aquel balcón que siempre tiene flores sin
haber reparado en lo bonito que es?, ¿Cuántas lecturas habremos dado a aquel
libro, sin habernos parado a saborear ese párrafo?. ¿Cuántos susurros,
indicaciones, advertencias, consejos, -muchas veces repetidos-, de nuestros
padres, hermanos o amigos, no habremos oído cientos de veces, para olvidarlos
nada más cerrar la puerta?
Vivimos mal, demasiado rápido y siempre
buscando la auto-satisfacción momentánea. Y muchas veces, no valoramos
-aprovechamos- las grandezas propias o las que están a nuestro alrededor...,
por vivir tan atolondradamente deprisa.
Por
eso, es bueno que sucedan ciertas cosas incómodas, que nos pongan freno y nos
hagan pensar en nuestras miserias, y en la cantidad de elementos que están
continuamente a nuestro alrededor para ayudarnos a superar nuestras debilidades
humanas.
Tiene que haber encrucijadas en el camino, ese
es el don de la libertad. Nuestra prerrogativa es elegir. Utilizaremos bien ese
regalo, si escogemos bien; porque en este caso..., creceremos, avanzaremos al
ideal para el que estamos pensados, desde el principio de los tiempos.
Un
trance como el que yo me encuentro, también es un cruce de dos caminos. El de la
desesperación, y el de la esperanza.
Habría quien pudiera confundir, diluyendo ambas sendas. Algo
así como lo del Ying y el yang, que una parte contiene a la otra y viceversa, y
todo forma parte de un todo. Lo Blanco y lo negro, lo masculino y lo femenino,
el día y la noche, lo bueno y lo malo, todo junto en un totum revolutum algo
difícil de aceptar razonablemente. Cada cosa en su sitio.
Me
temo que cristianamente... la cosa es -y debe ser-, mucho más radical. En el
camino de la esperanza puede haber tragos amargos, pero NUNCA desesperación.
Nuestra esperanza se basa en la fuerza y el poder de AQUEL que TODO lo puede.
Esa es nuestra fe, que no es ni un conjunto de normas
sin sentido, ni un conjunto de palabras entrelazadas en una oración. Nuestra fe, es JESUCRISTO, que vivió ayer, que vivirá mañana y QUE VIVE HOY para todos
nosotros y con nosotros y que nos acompaña en cada momento de nuestro camino.
Cristo
vive, y cuando hablamos con ÉL a través de la oración, no son imaginaciones,
estamos charlando con un amigo, que nos quiere, que no nos defrauda y que
además es capaz de dar todo y de hacer por nosotros... todo. Esa es nuestra fe.
Ahora, que como sabéis no hago más que leer el Evangelio, me
doy cuenta, de la cantidad de párrafos en los que JESÚS insiste en ese
propósito.
Esto
es algo patente sobretodo en los capítulos de las curaciones. Como dije al
principio...: Cuantas veces no los habré leído antes.... y ahora es cuando me
doy cuenta de lo que leo.
Todas las sanaciones que Jesús realiza, son ¡gracias a la fe!
¡Cuántas
veces le oiremos repetir a Jesús..."Vete,
tu fe te ha salvado", a lo largo de su vida.
Pero yo... a veces flaqueo, soy débil. Hago míos aquellos
reproches que Jesús hacía a sus discípulos, cuando les llamaba "hombres de poca fe"; me duelen porque a
veces me sombrea a mí esa misma actitud..., sabiendo que nada debe preocuparme
si El está a mi lado....
Por
eso..., queridos amigos -hermanos-, para suplir lo que a mí me falta..., agradezco
todas esas ayudas que me prodigáis, porque Jesús limpia, perdona y sana
gracias a la fe, la fe de los que se lo piden para sí mismos, y también a la
fé... de otros que piden para sus prójimos. Como es el caso de aquel
conmovedor centurión: "En verdad os
digo.., no he hallado una fe tan grande en Israel."
Dentro de muy poquito, por sabia inspiración del Papa Benedicto XVI, se
va a iniciar EL AÑO DE LA FE. ¡Que
providente es que el ESPÍRITU SANTO inspire a la IGLESIA la necesidad de
ahondar en el conocimiento y en la obtención de la fe!.. Ya que el Evangelio
nos dice de forma contundente que “sin fe es
imposible agradar a Dios” (He. 11:6).
Nosotros
desde esta HOJA, apoyamos lo que
puede ser el espaldarazo de esa nueva evangelización que puso en marcha el
Beato Juan Pablo, apoyados en LA FE.
Cuando vamos recorriendo el camino y vemos todas las dificultades que
tenemos que afrontar nos sentimos vulnerables y por eso... gritamos
"Señor... ¡AUMENTANOS LA FE!"
Lucas 17,5-10.
Sí...
¡Aumentanos la fe!, no para creer lo imposible, sino para hacer lo imposible
que nos toca, para llevar a cabo una vida marcada SOLO por los valores del
reino.
"Si tuviereis fe como un grano de mostaza diréis a este
monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible"
(Mat 17,14-21)..
...
* * * * *
6 comentarios:
Querido Arcen, hoy que hablas de lo que no vemos habitualmente en la vida y en el cruce de caminos, en las elecciones que conlleva ese cruce y más que nos vamos encontrando, viene a mí la última entrada de Angelo. Pensar en él es pensar en ti y viceversa, os conocí a la vez y vi vuestra complementariedad de hermanos, y os veo iniciar a los dos un camino. Ha venido a mí la imagen de los amigos que llevan la camilla hasta el Señor... Hablas tú de lo cotidiano que no vemos, y viene a mí que Angelo lo va a ver porque es de lo primero que se impone en el camino de Santiago.
Yo pido insistentemente poder vivir lo que repites en tu hoja, pues me falla la voluntad, me dejo llevar demasiado por los sentimientos,: "La verdadera libertad consiste en poder hacer lo que se debe hacer." (B. Gracián). Así que, te pido oración por mí y esta intención mía.
Un fuerte abrazo, mis hermanos, que Dios bendiga vuestros caminos cruzados y anudados para siempre y a vuestras familias.
Me gusta leerte así. Y no temas, la unión hace la fuerza y entre todos daremos el cupo de esa fe que necesitas. Yo lo creo así, cuando siento que no puedo con mi cruz, la fe de otros que unen su oración a la mia me mantiene. Cree en eso, por algo Jesús nos hizo hijos todos de María estando en su cruz, ya sabia que ibamos a necesitar estar unidos para subir a nuestra cruz, del mismo modo que Él se sentia unido a su Padre.
Un abrazo sanador.
Y bueno, a veces Dios nos pide que pongamos lo único que tenemos. Y a veces la oración es un cuerpo cansado, incapaz de meditar, pensar o rezar apenas; o un corazón destrozado, incapaz de sacarse de encima la humillación o el rencor; o un alma que tantea a obscuras, segura del camino pero con apenas un atisbo de donde va pisando.
Y a veces la oración es eso: poner a sus pies lo que somos en ese momento, mucho o poco, pero lo que desnuda y radicalmente somos.
Así que, como andamos a los tropezones unos y otros, ofrezco mis angustias, mis urgencias y mis problemas por los tuyos. Te pido por favor que ofrezcas lo que puedas de lo mucho que tenés, por los mios ;)
Un abrazo.
¡Que el Señor sea nuestra fortaleza!
Gracias Arcen.
DTB!!
Imposible, querido Arcendo, venir antes a tu Hoja y mira que me muero de ganas de hacerlo y tengo en ella, en tí, mi pensamiento más, mucho más que en lo que me rodea, pero mi casa se ha convertido en un auténtico maremagnum. Y doy gracias porque sé que Dios lo está haciendo así para no dejar que me enrede en tristezas y desánimos. Pero nada me impide rezar constantemente por lo que ya es primordial para todos los que te queremos, ni siquiera los mimos y cariños de Paula y Gonzalete, a los que tengo encima todo el día Y que son un auténtico regalo de Dios para estos años míos.
"CREO, SEÑOR, PERO AUMENTA MI FE"
Leerte siempre ha sido un gran impulso para mí en todo sentido, hasta en el político, hemos coincidido tánto desde que eras Lobeznox hasta hoy, pero ahora todas tus palabras llevan al amor de Jesucristo, nuestro hermano en la FE, la ESPERANZA Y el AMOR.
BESIÑOS Y TODA MI FE EN ESA VISITA DEL DÍA 8
SMM
Querido Arcendo: Si puedes contéstame al imail.
Dios te bendiga y dé una buena noche.
Llegue tarde o temprano siempre estoy contigo porque Él nos unió espiritualmente, através del blog, para SIEMPRE,MÁS Y MEJOR.
BESIÑOS
Publicar un comentario