¡HAY QUE REZAR MUCHO!

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Es una ingenuidad tremenda pensar que todo el problema de España y del mundo vengan por la crisis del euro y los recortes sociales.

Ese quizás, sea el detonante, la excusa perfecta, la inductora de esas reiteradas rebeliones callejeras, que a pesar de lo que me diga un buen amigo mío, a mi me preocupan bastante.

El imperio Romano cayó por una inmensa “agitación”, no una agitación social física, sino moral. Fue la decadencia moral la que llevó a la destrucción a uno de los mayores imperios que en el mundo han sido..., y sin embargo, volvemos una y otra vez a caer en la misma piedra; porque hoy pasados ya muchos siglos volvemos a las andadas.

Así pues, es un error de parte a parte, considerar el tema económico como el problema principal de esta sociedad.  Se equivoca de todo punto, el que piense que los disturbios en Madrid y en otros puntos de España de estas últimas jornadas, se deben solo al conflicto social entre proletarios y burgueses..., hoy esa línea ya está muy desvaída.

Lo que estamos padeciendo es una descomposición total de los valores, que repercute en un odio furibundo contra toda institución que suponga orden y armonía. Y este abocamiento terrible al caos, es mucho más violento y profundo que el que tuvo aquel Imperio histórico en sus últimos días.

Hoy también... ¡los bárbaros están a las puertas!

No me cabe duda de que el resurgimiento moral y el esplendor de la literatura y la cultura en general, vívidos en la Edad Media vinieron por una vuelta a los orígenes cristianos.

El arte fue netamente cristocéntrico: se construyeron catedrales maravillosas, se pintaron cuadros espléndidos, se escribieron obras de teatro y poesías excepcionales, y todas estas obras estaban dedicadas a DIOS. Ese impulso divino propició que esa época fuera especialmente luminosa; un tiempo en el que la cultura se preservaba en Monasterios y en todas las Universidades al abrigo de la Iglesia Católica. Pero todo eso..., se ha ido perdiendo y así nos va.

San Josemaría, con toda esa inspiración que poseía,  ya lo presagiaba: "Las crisis de este mundo, son crisis de Santos", decía el gran santo aragonés. Ciertamente todas esas rebeliones no son sino el espejo de la enorme crisis religiosa que padecemos, y...  todos esos elementos, "alegres" provocadores de la demolición total, que hoy queman nuestras calles con un enorme odio inducido, no son sino los servidores de un "poder" ancestral, que si lo conocieran..., ellos mismos quedarían horrorizados.

Si todo está corroído, si todo parece en quiebra. ¿A quien podemos ir?, ¿Existen vestigios para reconstruir...?, ¿es posible la esperanza?

Yo soy creyente..., "ergo" soy optimista, por fe.. tengo que serlo.

A pesar de todos nuestros mezquinos desplantes...., El siempre está con nosotros, no nos abandona:

«Y he aquí que Yo estaré con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» Mt 28, 20

La reconstrucción de lo (mucho) perdido, solo puede llegar gracias a su inmensa Misericordia.., PERO hace falta que tengamos las agallas de abajar nuestras múltiples soberbias y vanidades... y pedírselo. Él no va a desoír nuestra necesidad. Pero tal como está la situación... ¡HAY QUE REZAR MUCHO!.

Por eso hoy mis queridos hermanos, a todos los que nos consideramos creyentes, os hago esta petición y llamamiento: ¡HAY QUE REZAR MUCHO!, nos tocan vivir tiempos difíciles y necesitamos TODA la ayuda.

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