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El pueblo ruso, el pueblo llano me refiero..., siempre me ha
suscitado enorme admiración. A pesar de sus gobernantes actuales o pasados, a
pesar de todas las doctrinas torcidas de los mismos, a pesar de todo eso; veo
en ese gran pueblo, en esas gentes, una nobleza especial, digna de las más
grandes hazañas. Lo
que digo, no lo digo a humo de pajas, me lo transmite su música, su arte y su
fe. Posiblemente productos emanados, de los innumerables sufrimientos que han
tenido que padecer a lo largo de los siglos.
No sé quien..., comparaba al español, -feo,
católico y sentimental-, con el ruso. Ciertamente esos personajes valleinclanescos
o del gran Dostoievski, nos lleven a pensar en unos estereotipos que no
dejan de ser clichés. De todos modos, creo sin embargo que sí tenemos
ciertos puntos en común..., sobretodo en algunos momentos de nuestras Historias
respectivas..., en los que unos y
otros, hemos intentando, principalmente
a través de las distintas manifestaciones artísticas, buscar la trascendencia.
En este momento me vienen a la cabeza los bellísimos templos ortodoxos, con
esas maravillosas decoraciones..., esos íconos, productos de la destreza y de
la fe, y también por qué no?, la música..., esa impresionante música rusa,
llena de vigor, personalidad y nostalgia...
Hablo
de la gran música de Tchaikovski, Korsakov y Mussorsgki; pero también de esas
melodías populares que nos ponen los pelos de punta, cantando a Kalinka o nos
ponen en el papel de aquellos sufridos bateleros del Volga...
¿Y
que no decir de la literatura? Tolstoi, Turgeniev, y el ya nombrado
Dostoievski, mi preferido. Todas sus novelas son de una profundidad sublime.
Más
de una vez lo he traído aquí, sobretodo en semana santa, contando la anécdota
que tuvo ante "El Cristo muerto"
de Holbein (Ver enlace), pero hoy lo quiero
traer para destacar sobretodo su rabiosa vigencia.
Probablemente "Los hermanos Kamarazov" es
su obra más celebre y creo que también la más leída. Sin duda es un libro
emocionante, de inusitada
riqueza intelectual y artística, pero sobretodo espiritual.
Sin
embargo..., pocas novelas son tan "fuertes", tan atroces, como la que
nos ocupa. A los pobres protagonistas les ocurren toda clase de peripecias, y
no siempre buenas. Hay decepciones, desamores, traicioneros triángulos
amorosos, enormes errores judiciales, ¡parricidios!, en fin.. un cúmulo de
despropósitos que llevan inexorablemente al planteamiento de los grandes interrogantes:
Dios,
la utopía, el progreso, la fe, la razón, el Bien o el Mal, siempre están
presentes en la Novela, que tiene un final apoteósico..:
¡Atención -spoiler- necesario!
"-...
¡Karamazov! grita Kelia. ¿Es verdad lo que dice la religión, que nosotros
resucitaremos de entre los muertos, que nos volveremos a ver los unos a los
otros, todos, y también Iliucha?
-Seguro, resucitaremos, nos volveremos a ver, nos
volveremos a contar alegremente todo lo sucedido -respondió Aliocha entre
risueño y entusiasta.
-¡Oh, que bueno será! -dijo
Kelia..."
La explicación a este final, no
hay que buscarla tanto en la fe de Dostoievsky (la Resurrección es dogma central de la Ortodoxia) sino en la dialéctica entre Bien y Mal.
Es
curioso saber, antes de nada que "Los hermanos Karamazov" no fue el
título original de esta novela, como cuenta posteriormente su autor, en un
principio quiso llamarla. "La vida de un gran
Pecador". La idea era... contar la evolución del protagonista,
presentar unas vidas llevadas al extremo de la caída para después ser
redimidas en la esperanza: "la vida será bendecida"
Aliosha
es "el gran pecador"-, en él estarían representados todos "los fracasos de las soluciones históricas que anda buscando
al destino humano... testimonio de que la única solución digna del hombre está
fuera de la historia... reino burgués o ateísmo histórico no son más que etapas
que desembocan en una solución que transciende las condiciones puramente
humanas".
No
estaría de más que recordásemos esto, ahora que nos preocupamos tanto de
nacionalismos y algaradas callejeras... absolutamente terrenales.
El propio Dostoievsky al final de su vida, a propósito de ciertas críticas a Los hermanos
Karamazov afirmaría, algo totalmente actual y absolutamente aplicable a
nuestras situaciones personales:
".... los ignorantes se han burlado de mi oscurantismo y del carácter
retrógrado de mi fe. Estos imbéciles no conciben ni siquiera una negación de
Dios tan fuerte como la que he manifestado... Es a esto a lo que responde la
novela.
En toda Europa no se encuentra expresión tan poderosa de ateísmo. Yo
no creo como un niño en Cristo y lo confieso infantilmente. A través del
tornillo de la duda es como ha llegado mi Hosanna"
Dostoievski, este extraordinario escritor que
os invito a leer y releer, no es solo el representante máximo del alma rusa,
también lo es... del alma humana, creada por DIOS, para volver a ÉL.
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1 comentario:
Siempre he admirado el alma rusa,creo que tiene o tenía, no lo sé, una espiritualidad nata, aún em los mismos ateos, por eso dieron escritores y músicos como los que nombras.
Los Hermanos Karamazov, Crimen y Castigo y Ana Karenina los leí casi niña, de la mano de mi padre que los adoraba.
Y es curioso la rabiosa actualidad de de esas palabras de tu preferido Dostoievsky.
La película de Los Hermanos Karamazoov, a mi me gustó, claro que donde esté la novela..., pero si plasmaba algo del alma rusa, esa nostalgia de lo grande. Yo recomendaría que se viera.
Querido ¿tú no tendrás a estas alturas ese tornillo del gran autor ¿No?
BESIÑOS MUY NOSTÁLGICOS
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