Retomando la actividad
-normal- del blog, quería
hoy dejaros un excepcional mensaje navideño escrito hace ya algunas décadas,
que además de ser buenísimo, me parece absoluta y totalmente vigente para los
días que corren. Tanto, que me parece el discurso perfecto para motivar... la
nueva evangelización.
Este breve fragmento que dejo, pertenece al genial discurso fue
pronunciado hace la friolera exacta de ¡40 AÑOS!,
por su Santidad el Papa PIO XII. Se trata del Radio mensaje del Papa en la
Navidad de 1942 y se retransmitió en la noche del 24 de Diciembre de ese año.
Pienso que, la grandeza de los grandes textos papales es
que no solo van dirigidos a dar luz sobre una situación histórica colectiva
-política o social-; sino que además pueden ser aplicados a situaciones
personales muy concretas, como las que yo pueda estar viviendo ahora. De ahí
que quiera rescatar este impresionante texto, que a mí me ha "tocado"
tanto. Sin más dilación os dejo con este "corte" de la alocución:
“No lamentos, acción es la
consigna de la hora; no lamentos de lo que es o de lo que fue, sino
reconstrucción de lo que surgirá y debe surgir para bien de la sociedad.
Animados por un entusiasmo de cruzados, a los mejores y más selectos miembros de la cristiandad toca reunirse en el espíritu de verdad, de justicia y de amor al grito de "¡Dios lo quiere!", dispuestos a servir, a sacrificarse, como los antiguos cruzados. Si entonces se trataba de liberar la tierra santificada por la vida del Verbo de Dios encarnado, se trata hoy, si podemos expresarnos así, de una nueva expedición para liberar, superando el mar de los errores del día y de la época, la tierra santa espiritual, destinada a ser la base y el fundamento de normas y leyes inmutables para construcciones sociales de sólida consistencia interior.
Animados por un entusiasmo de cruzados, a los mejores y más selectos miembros de la cristiandad toca reunirse en el espíritu de verdad, de justicia y de amor al grito de "¡Dios lo quiere!", dispuestos a servir, a sacrificarse, como los antiguos cruzados. Si entonces se trataba de liberar la tierra santificada por la vida del Verbo de Dios encarnado, se trata hoy, si podemos expresarnos así, de una nueva expedición para liberar, superando el mar de los errores del día y de la época, la tierra santa espiritual, destinada a ser la base y el fundamento de normas y leyes inmutables para construcciones sociales de sólida consistencia interior.
Vosotros, cruzados voluntarios de una nueva y noble sociedad, alzad el nuevo lábaro de la regeneración moral y cristiana, declarad la lucha a las tinieblas de la apostasía de Dios, a la frialdad de la discordia fraterna; una lucha en nombre de una humanidad gravemente enferma y que hay que sanar en nombre de la conciencia cristianamente levantada.
Nuestra bendición y nuestro paterno auspicio y aliento acompañe a vuestra generosa empresa y permanezca con todos cuantos no rehúyen los duros sacrificios, armas mucho más poderosas que el hierro para combatir el mal que sufre la sociedad. Sobre vuestra cruzada por un ideal social, humano y cristiano, resplandezca consoladora e incitante la estrella que brilla sobre la cueva de Belén, lucero anunciador y perenne de la era cristiana. De su vista ha sacado, saca y sacará fuerzas todo corazón fiel: «Aunque acampe contra mí un ejército..., estoy tranquilo» (Sal 27 [26], 3). Donde esta estrella resplandezca, allí está Cristo: «Ipso ducente, non errabimus; per ipsum ad ipsum eamus ut cum nato hodie puero in perpetuum gaudeamus» («Bajo su dirección no nos extraviaremos: por medio de él vayamos a él, para regocijarnos eternamente con el niño nacido hoy» (San Agustín, Serm. 189, 4: PL 38, 1007).)."
Fragmento del RADIOMENSAJE DE NAVIDAD DE SU SANTIDAD PÍO XI, pronunciado el 24 diciembre de 1942, cuyo texto podréis leer íntegramente en este ENLACE
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6 comentarios:
Me apunto. ¡Me encanta!, todo, todo, entero.
Gracias, después leeré el enlace, con tranquilidad, casi no tengo ¡tiempo!
Un abrazo.
¡Feliz y Santo día!
Pio XII, fue mi primer Papa, su Nuncio en España me dió la Primera Comunión EN EL AÑO 1945.
Tuve un cariño muy especial por él y en mi dormitorio tengo su Bendición Apostólica, concedida a mis padres.
Creo que la Iglesia le debe algo y ya es hora que se le reconozca.
BESIÑOS DE BUENAS NOCHES NOS DÉ DIOS.
Cuánta fuerza en el texto. Es que era Pío XII y en una época muy difícil.
Ah! que me alegro de verte por aquí.
Gracias Arcen.
DTB!!
Tú eres mi alegría, Arcendo, no te apagues nunca.
BESIÑOS DE BUENOS DÍAS NOS DÉ DIOS.
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