.Los dos próximos posts, este y el sucesivo, estarán dedicados a la literatura.
Aunque mi querida amiga María Jesús de “Comentándolo todo” me animaba en un comentario anterior a tocar estos temas, yo ya tenía previsto haceros una encendida recomendación de los dos últimas obras que he devorado, eso si, con mucha reflexión interior, en este paréntesis en los que las teclas y la pantalla han sido forzosa pero gozosamente sustituidas por las páginas de los libros-amigos.
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Ambas obras son extraordinarias y por eso, para darles el realce debido, las tocaré por separado.
El primero lleva por título “La última escapada”, y su autor es Michael O´Brien.
O´Brien, ya es un autor conocido de largo en este blog, por los merecidos elogios que hicimos de sus obras anteriores, “El Padre Elias” (Ver enlace), y “El librero de Varsovia” (Ver enlace); y en esta ocasión tampoco defrauda en absoluto.
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“La última escapada” es una novela que podríamos catalogar, más que ninguna otra, de anticipación; pero…aunque lo que relata es ficción, muchas cosas de las que cuenta están sucediendo ya en nuestro mundo, queramos o no reconocerlo.
Empecemos por situar el género, sin duda la podríamos calificar de historia de suspense, o como dirían los sajones como thriller; sin embargo, la historia va mucho más allá, las conversaciones y las ideas que propone no dejan de ser un retrato fiel de nuestro futuro más próximo, además de dar en el clavo del abismo al que vamos abocados de seguir por los caminos del cienticísmo antiteista en el que estamos embarcados.
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El relato es un fragmento de los últimos días de Nathaniel Delaney, periodista libre
que dirige un modesto periódico local. En el vierte denuncias hacia la deriva del país hacia el totalitarismo, al imponerse a todos los niveles una ideología de apariencia benéfica y despiadada aplicación, incluso en la escuela. Por eso, periodista y periódico empiezan a ser demasiado molestos al poder establecido y el gobierno decide eliminar ese foco de disidencia de raiz, la vida de Nathaniel y los suyos experimentará una tensión brutal e imprevista, que pondrá a prueba la solidez de los lazos familiares, de la amistad y del amor. Será el momento de tomar decisiones difíciles, tal vez dramáticas, pero necesarias para mantener la dignidad y la humanidad en peligro.
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Lo primero que hay que comentar, es que se lee del tirón. Su lectura es apasionante y emocionante, con una gran cantidad de valores que el autor nos propone para seguir en pié, a pesar de la dificultad extrema.
Ni que decir tiene que cuando uno lee el libro se le pasa por la mente que algunos párrafos constituyen una detallada profecía de lo que supone el adoctrinamiento educativo bajo la forma de Educación para la Ciudadanía. Cuando uno está leyendo el libro no deja de preguntarse donde está la ficción y donde la realidad:
La última escapada, página 39:
“12 de abril.
Estoy tan molesto que tengo la expresión de estar echando veneno. Tras la cena, Bam ha puesto sus deberes sobre la mesa de la cocina y ha dicho: «Papá, ¿por qué tenemos que aprendernos todo esto?». A continuación me ha mostrado los libros de las nuevas asignaturas que va a comenzar a estudiar en la escuela. En un primer momento, aquello parecía un material bueno y razonable. Pero no se trataba -lo vi- de inculcarle una formación académica, sino de estimular su conciencia social.
Cuando los niños se fueron a dormir, me quedé un rato leyendo los libros despacio. Es una ingeniería social de magnitud tremenda, con expertos que dictan cómo tenemos que vivir, pero en el mejor tono del estilo académico: nada que pueda poner nervioso a un padre salvo que uno se acerque mucho y empiece a reflexionar sobre lo que dice de verdad. El contenido mismo es un problema: sexo, orientación sexual, «discernimiento de valores», raza, religión. Lo que me molesta más del tema es que estas son materias que son desde siempre competencia de los padres.”
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Y es que en España, con la asignatura de marras, el debate del aborto a los 16 años, la libertad para tener relaciones sexuales a los 14, madres españolas encarceladas por dar un cachete a su hijo, cuentos homosexuales en los colegios españoles, campañas escolares para “hacer salir del armario” y en general con un asalto gubernamental contra los derechos de los padres a educar a sus hijos… probablemente estemos ya sufriendo, sin darnos cuenta, todas esas “ficciones” que nos relata O´Brien en su “Ultima escapada”
“Nos asustamos al verlo, pero no salimos corriendo sino que nos quedamos mirándolo. Corrió hacia nosotros como si nos fuera a atropellar. Pero antes de alcanzarnos comenzó a extenderse más y más, a crecer más y más, hasta que finalmente era tan grande que lo perdimos de vista, y es que estaba del todo ya sobre nosotros. George MacDonald, Lilith” Prólogo de “La última escapada”.
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“La última escapada” es una novela que podríamos catalogar, más que ninguna otra, de anticipación; pero…aunque lo que relata es ficción, muchas cosas de las que cuenta están sucediendo ya en nuestro mundo, queramos o no reconocerlo.
Empecemos por situar el género, sin duda la podríamos calificar de historia de suspense, o como dirían los sajones como thriller; sin embargo, la historia va mucho más allá, las conversaciones y las ideas que propone no dejan de ser un retrato fiel de nuestro futuro más próximo, además de dar en el clavo del abismo al que vamos abocados de seguir por los caminos del cienticísmo antiteista en el que estamos embarcados.
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El relato es un fragmento de los últimos días de Nathaniel Delaney, periodista libre
que dirige un modesto periódico local. En el vierte denuncias hacia la deriva del país hacia el totalitarismo, al imponerse a todos los niveles una ideología de apariencia benéfica y despiadada aplicación, incluso en la escuela. Por eso, periodista y periódico empiezan a ser demasiado molestos al poder establecido y el gobierno decide eliminar ese foco de disidencia de raiz, la vida de Nathaniel y los suyos experimentará una tensión brutal e imprevista, que pondrá a prueba la solidez de los lazos familiares, de la amistad y del amor. Será el momento de tomar decisiones difíciles, tal vez dramáticas, pero necesarias para mantener la dignidad y la humanidad en peligro.
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Lo primero que hay que comentar, es que se lee del tirón. Su lectura es apasionante y emocionante, con una gran cantidad de valores que el autor nos propone para seguir en pié, a pesar de la dificultad extrema.
Ni que decir tiene que cuando uno lee el libro se le pasa por la mente que algunos párrafos constituyen una detallada profecía de lo que supone el adoctrinamiento educativo bajo la forma de Educación para la Ciudadanía. Cuando uno está leyendo el libro no deja de preguntarse donde está la ficción y donde la realidad:
La última escapada, página 39:
“12 de abril.
Estoy tan molesto que tengo la expresión de estar echando veneno. Tras la cena, Bam ha puesto sus deberes sobre la mesa de la cocina y ha dicho: «Papá, ¿por qué tenemos que aprendernos todo esto?». A continuación me ha mostrado los libros de las nuevas asignaturas que va a comenzar a estudiar en la escuela. En un primer momento, aquello parecía un material bueno y razonable. Pero no se trataba -lo vi- de inculcarle una formación académica, sino de estimular su conciencia social.
Cuando los niños se fueron a dormir, me quedé un rato leyendo los libros despacio. Es una ingeniería social de magnitud tremenda, con expertos que dictan cómo tenemos que vivir, pero en el mejor tono del estilo académico: nada que pueda poner nervioso a un padre salvo que uno se acerque mucho y empiece a reflexionar sobre lo que dice de verdad. El contenido mismo es un problema: sexo, orientación sexual, «discernimiento de valores», raza, religión. Lo que me molesta más del tema es que estas son materias que son desde siempre competencia de los padres.”
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Y es que en España, con la asignatura de marras, el debate del aborto a los 16 años, la libertad para tener relaciones sexuales a los 14, madres españolas encarceladas por dar un cachete a su hijo, cuentos homosexuales en los colegios españoles, campañas escolares para “hacer salir del armario” y en general con un asalto gubernamental contra los derechos de los padres a educar a sus hijos… probablemente estemos ya sufriendo, sin darnos cuenta, todas esas “ficciones” que nos relata O´Brien en su “Ultima escapada”
“Nos asustamos al verlo, pero no salimos corriendo sino que nos quedamos mirándolo. Corrió hacia nosotros como si nos fuera a atropellar. Pero antes de alcanzarnos comenzó a extenderse más y más, a crecer más y más, hasta que finalmente era tan grande que lo perdimos de vista, y es que estaba del todo ya sobre nosotros. George MacDonald, Lilith” Prólogo de “La última escapada”.
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En definitiva un libro altamente recomendable, no solo por tremendamente entretenido sino sobre todo, como despertador de conciencias dormidas.
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REFERENCIA.
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La última escapada
ISBN: 978-84-92654-05-5
Autor: Michael O'Brien
295 Páginas
Precio: 22.00
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Comprar on line:
Libros Libres [22.00 €]
El Corte Inglés [22.00 €]
Casa del Libro [22.00 €]
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2 comentarios:
este se lo dejo a mi hijo Alejandro, luego haremos la puesta en comunún juntos. A mí en entos moemento me patece leer uno de Tomás Moro. Será que necesito de su fortaleza. Hoy en casa blogeando. Veo que has venido con energía.Me alegro
El libro que propones me parece muy buena lectura, pero si te soy franca, se parece tanto, tantísimo a nuestra realidad española que no me apetece demasiado leerlo, aunque seguro que se lee como tú dices y haces bien en aconsejarlo.
Un beso grande
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