LA SOLUCIÓN, ayer, hoy y siempre...

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A veces somos tan rematadamente tontos que hacemos el juego al enemigo.

Unas veces, -las menos- y probablemente por algún (grave) suceso de nuestra vida mal digerido, lo hacemos deliberadamente, con rabia y por despecho, …; creo que aunque parezca lo contrario, en esas ocasiones puntuales donde nos vence -lo visceral-, es cuando más fuertemente nos disculpa la misericordia de nuestro Creador. Al fin y a la postre, cuando la calentura del momento se aplaca, aunque quizá permanezca el dolor, siempre buscamos el consuelo de su presencia, invocando en primer lugar, su perdón.

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Sin embargo, pienso que nuestra culpa es mayor, cuando cooperamos en el avance del mal con nuestro silencio, con nuestra apatía, con nuestra tibieza. No parece que haya intencionalidad; pero no podemos olvidar que la omisión, en justicia humana también es delito y en visión divina es pecado y a veces grave.

Tampoco hacemos lo que debemos, cuando NO VALORAMOS debidamente lo que tenemos como lo que son, es decir como dones inestimables de la bondad de DIOS.

Y uno de esos regalos: ¡REGALAZO! diría yo, es…. LA FAMILIA.

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Nos parece algo tan cotidiano, tan pedestre, tan diario y tan normal vivir en familia que, no le damos importancia….; y sin embargo muchos de nosotros hemos tenido la inmensa suerte de haber vivido y vivir en un entorno inigualable que nos ha proporcionado, el trampolín indispensable para lanzarnos al mundo, para integrarnos de lleno en la sociedad, con ciertas dignidades.

En mi caso, puedo y debo decir que, para mí, LA FAMILIA ES UN TESORO: Y estas no son solo palabras, son realidades que vivo y he vivido.

Me refiero, por supuesto, a ese concepto de familia con origen en DIOS, entendido como una libérrima comunidad de AMOR, inicialmente constituida entre hombre y mujer, abierta de par en par a la vida.

Me refiero a mis experiencias cuando vivía con mis padres, y también a la que tengo ahora, con mi mujer y mis hijos.

Firmeza, estabilidad emocional, comunicación, adquisición de hábitos y educación…: esos son los valores inherentes de la familia; el lugar donde esas -exquisiteces- se pueden “mamar” desde chiquititos.

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El día de la Virgen de Fátima del año 2006, el Papa Benedicto XVI, dijo lo siguiente:

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"La familia, fundada en el matrimonio, constituye un patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a creyentes como a no creyentes. Es una realidad por la que todos los Estados deben tener la máxima consideración, pues, como solía repetir Juan Pablo II, el futuro de la humanidad se fragua en la familia".

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A veces, somos los propios católicos los que NO valoramos como es debido a la familia, que es el tesoro más grande que tiene esta sociedad:

¡Cuantas y tantas veces, asumimos como ciertas las trolas de los medios! ¡Hasta cuando vamos a seguirnos tragando que la familia tradicional está en crisis!
Esos bulos son del enemigo…, no te los creas, no les prestes atención, no les hagas el juego...

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Repito las palabras del Beato Juan Pablo: 

“el futuro de la humanidad se fragua en la familia”
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Los que hemos experimentado esa realidad, si quiera un poquito, ¡lo sabemos!. Por eso..., lo más aconsejable es confiar en la PROPIA vivencia..., y no dejarse llevar de confusos cantos de sirena varada.
Ahora quieren hacer aparecer a -la familia- en situación crítica y sin embargo, nosotros sabemos que la familia, esa familia llena de DIOS, es el camino de la libertad verdadera y la solución para poder salir de todas la crisis de este mundo.
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