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Lo hemos dicho en este blog un montón de veces, y hoy, lo repetimos porque es verdad y además...., dando argumentos.
¡Nada ocurre por casualidad!
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Nada pasa sin que DIOS lo quiera, ni un solo cabello se cae, ni una brisa de aire sopla, sin que DIOS lo quiera. Él nos ha creado y su aliento, que es AMOR, nos sostiene a pesar de nuestras muchas torpezas, a pesar de nuestras más graves traiciones.
Nada pasa por casualidad, nada, nada, nada.
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Decía Einstein que "DIOS no juega a los dados", y nada es más cierto. Dios respeta escrupulosamente la libertad del hombre, pero no deja nada al azar. Deja que nosotros nos salvemos o nos condenemos libremente, pero..., la Divina Providencia, no cesa de regalarnos oportunidades, alternativas, de plantearnos caminos que siempre nos conducen a Él.
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Ahora, a muy pocos días del gran acontecimiento de la JMJ, el panorama es un auténtico y literal "totum revolutum". No parece que este sea el momento más propicio, ni por supuesto, el más fácil, para montar esta magna celebración juvenil con el Papa.
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El mundo es... un auténtico caos. Las bolsas se desploman, la incertidumbre económica y laboral es creciente y acuciante en todo el mundo occidental, la hambruna más brutal se cierne sobre África, los violentos disturbios de esta semana en la city londinense y la reciente matanza de Alemania nos enseñan las terribles consecuencias de una sociedad, a todas luces..., decadente.
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Probablemente la culpa de lo que ocurre, la tengan, tanto esas políticas económicas deshumanizadas, como las respuestas a las mismas. No hay coherencia alguna. Si -el fallo- está en la deshumanización de la política... ¿por qué los que "se indignan" contra estas posibles injusticias, optan por deshumanizarse más a su vez, empleando tanta violencia y practicando tanta intolerancia? Unos y otros..., se descalifican totalmente.
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Y en medio de todo ese mar revuelto..., está la Iglesia...., que como si se tratase de ese anuncio de Ikea, nos dice.... "Está todo mal"..., ¡Pues hagamos una fiesta!
Parece algo paradójico, parece una salida de tono. Hacer una fiesta, además con todo en contra y con algunos a la contra, es algo... ¡de locos!
Sin embargo, estoy convencido de que esta fiesta, en este momento, es precisamente lo que hay que hacer.
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Repito lo que dije al principio... ¡Nada ocurre por casualidad!. Precisamente la lectura del Evangelio de este último domingo, nos daba la clave... ¡nada ocurre por casualidad!
En Mt 14, 22-23, el evangelista nos relata la lección de la tempestad calmada y este pasaje guarda un mensaje crucial, exacto y justo, precisamente para este momento de nuestra historia.
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Estamos en un tiempo ciertamente tempestuoso, donde la fé... a veces está mezclada de ruidos y silencios, de vientos y confianzas, de valentías... y también ¿por qué no admitirlo?, de cobardías.
Cuantas veces no nos hemos preguntado todos estos días.. ¿que pasará en la visita del Santo Padre?, con todos los riesgos que conlleva...
Parece ser que en este mar proceloso y oscuro, no podemos hacer pié, tenemos muy poca fé y mucho miedo a hundirnos. No nos hemos persuadido aún, de que ÉL es EL QUE ES, DIOS, EL MISMO al que obedecen las aguas y los vientos.
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Mientras otros han preferido quedarse en la aparente e infructífera seguridad de la costa, después de saberlo, nosotros ya dimos el primer paso, hemos tenido el arrebato de subirnos a la barca, y eso no está nada mal. Pero DIOS nos pide más... Jesús nos llama a caminar sobre las aguas, atravesando la noche, los vientos en contra y el desconcierto.
Seguramente como Pedro, podremos dar algunos pasos sobre el líquido elemento, pero... normalmente acabaremos atravesando el lago en la pequeña barca de la comunidad. ¡Y eso también es una gran lección!
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El mensaje de aquel Evangelio dominical viene pintiparado a la preparación de las Jornadas; que ya están aquí. Saber que a pesar de las negruras y los zarandeos, DIOS está presente siempre, incluso en la oscuridad de nuestras noches y sobretodo ante las dificultades que se nos presenten. Cristo siempre está presente en nuestro caminar, ya sea sobre las aguas..., o en el interior de esa tabla de salvación, de esa barca firme que es la Iglesia Católica.
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Compañeros, ultimamente, vengo viendo en alguno de los queridos blogs que frecuento (aunque ahora por falta de tiempo no comente), algo de "mieditis" y un mucho de preocupación por el desarrollo de la JMJ. ¡Transformemos todos esos sentimientos en oración!, que es lo mejor que podemos hacer.
¿Huelgas? habrá, pero no van a afectar.
¿Boicots?, unos cuantos..., pero no van a lograr sus objetivos...
¿MIEDO?, aquel que se inventó esto de las JMJs nos susurra desde el cielo... "Non abbiate paura!"
"El Señor que te creó dice: No temas pues yo te rescaté; yo te llame por tu nombre; eres mío. Cuando pases por aguas profundas y gran tribulación yo estaré contigo". Isaías 43:1-2
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¿Está todo mal? ¡Hagamos pues... una gran fiesta! y difundamos el mensaje que recibiremos allí, con nuestras vidas.
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¡VIVA LA REPÚBLICA INDEPENDIENTE DE MI ALMA!
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3 comentarios:
Gracias por tus saludos, me gusta tu blog, muy interesante y creativo..Sobre tu entrada,en verdad, debemos navegar muchas veces en aguas tormentosas,y hoy el Señor quiere confirmar que como con Pedro,esta tambien con nosotros en nuestras inseguridades,que es nuestro miedo quien nos hunde, no la tormenta,y que el esta presto a darnos su mano que salva y sostiene...Un abrazo a la distancia...Gloria
Yo también me uno de todo corazón a tu gran fiesta. Gracias por invitarnos.
En cuanto pueda te escribo un mail.
BESIÑOS de bien hallado
¿Miedo? que lo tengan ellos. Son unos tres mil laicistas, nosotros más de 1.000.000 mullón y con la protección de la policía atidisturbios.
De miedo nada.
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