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"Y a tí, Frodo Bolsón te
entrego al luz de Erendil, nuestra mas preciada estrella, que ella te ilumine
cuando las demás luces se apaguen-"
Galadriel
En este blog hay cosas, siempre recurrentes. No
es mi intención ser repetitivo, pero en ciertos momentos, cuando hasta el suelo
parece resquebrajarse, es bueno agarrarse a lo que sabemos que no falla. Pueden
ser personas, pensamientos, el recuerdo de una experiencia pasada, unas notas
musicales, la evocación de un libro o de una obra artística..., todo vale para
aferrarse a la esperanza, máxime en situaciones extremas.
Tolkien es uno de esos apoyos frecuentes a los que acudo, por
eso, sus textos rebrotan en esta bitácora, de vez en cuando. Y esto es así, porque
la obra de Tolkien es una mina de preciosos conocimientos, de grandes
enseñanzas, y en mi caso... de alentadoras
inspiraciones que siempre me despiertan
enormes optimismos.
Muchas
veces lo hemos dicho, el universo que crea Tolkien es fantástico, su lectura es
amena, divertida y emocionante; sin embargo su arte no es una simple literatura
de fantasía -al uso-, su intención primordial dista mucho de ser un mero
entretenimiento, una evasión intranscendente.
Uno
de los expertos más reputados sobre Tolkien, Patrick Curry, en su libro "Defending
Middle-Earth: Tolkien, Myth and Modernity" (Defendiendo la Tierra Media:
Tolkien, Mito y Modernidad), afirmó rotundamente que El Señor de los Anillos
era cualquier cosa menos huida de la realidad: “Tolkien no se limitó a
hablarnos, como Ruskin y Chesterton, sobre los peligros del mundo moderno;
además, tejió su antimodernismo en una historia rica e intricada que ofrece una
alternativa.
Dicha
alternativa, a mi modo de ver, tiene forma de Cruz. Los elementos fundamentales
de toda la ficción tolkiniana están enraizados fuertemente en sus profundas convicciones
religiosas.
Se sabe que J.R.R. Tolkien, fue un católico ejemplar: un
hombre de oración, frecuentador de devociones y Sacramentos. Y eso, que fue su
vida, su experiencia religiosa, todo ese bagaje cultural y espiritual, aún
camuflado deliberadamente por el mismo, se destila en cada una de sus obras.
Como
he dicho, hoy traigo a Tolkien, sobretodo buscando alegrías y esperanzas, y lo
quiero hacer... evocando precisamente ciertos puntos, que especialmente me "provocan",
me incitan, -incluso prácticamente-, al cambio personal.
Son muchas las analogías que podemos
encontrar entre la realidad y la ficción en la saga de los Anillos; de hecho, hasta
el mismo Tolkien admitió que
creó la Tierra Media con el mismo perfil moral de nuestro mundo, un mundo creado
por Dios con la misma naturaleza de nuestro Creador.
Un buen ejemplo son las ciudades-fortalezas
de los habitantes libres, Minas Tirith y Edoras, en donde uno puede encontrar,
tanto al hombre más puro, como al corrupto más indeseable, pudiendo haber sido
la misma persona. Cada uno de los personajes puede ser arruinado por la
vanidad; pero también...incluso el más débil tiene la capacidad de redención,
exactamente igual que en nuestro mundo real.
Otro acercamiento- a la obra tolkiniana, que me la hace más humana, es
que hasta los héroes tienen sus
fallos. Somos testigos de sus miedos, de sus titubeos, de todos sus desafíos
morales, y de todas sus pequeñas o grandes tentaciones. Cuando por ejemplo
hasta el mismo Gandalf es tentado o, el gran Boromir, -uno de mis
favoritos-hijo de Denethor, senescal de Gondor; es también probado y en un
momento dado..., sucumbe ante el poder del Anillo.
El Señor de los anillos es una
magnífica fábula moral
donde el bien y el mal están inmejorablemente definidos.
El Anillo forjado por Sauron es, junto a sus
antagonistas los hobbits, el gran protagonista. El anillo único es... la
representación del mal, en esencia. El poder de liderar a los fantasmas y la
invisibilidad que confiere a sus poseedores, son algunas tentaciones que hacen
del anillo algo tan atractivo como peligroso para quien lo use.
El Señor de los Anillos es una alegoría de
la eterna lucha, sin embargo, su historia es cercana, es más cotidiana:
Tolkien anuncia a una civilización -como la
actual- que ha rechazado el valor de la aventura, el significado que ésta tiene
en la formación de los valores: "Los dias se apagan en el oeste" (las dos torres). Pero lo más importante de
todo, es la relevancia que cobran los que parecen no tener importancia. El
universo hobbit considera "respetable" al que "nunca tuvo aventura alguna o
hizo nada inesperado", y eso es lo que se quiere imprimir
durante toda la trilogía. Creo que la frase definitoria, la que plasma la idea
central de toda la saga y la aproxima al hombre de hoy, la pronuncia Galadriel:
"Hasta el mas pequeño puede cambar el
curso del futuro"
Creo además, que la clave de la
obra, es antetodo su
sensibilidad netamente religiosa: la sensación de que al final, por muy arduo
que sea el camino, por mil batallas y derrotas que hayamos sufrido: después si
queremos con voluntad, y tenemos la certeza de que hemos luchado por
conseguirla, siempre hay una beatitud de la que disfrutar, aunque no se
encuentre plena en la Tierra Media, ni en esta tierra.
¿Que es lo que nos queda después
de lecturas tan incitantes?,
¡actuar!. Porque la enseñanza máxima es que, como humanos tenemos un deber
ineludible, luchar. La vida es lucha, y el premio es sublime:
"Hay cosas más profundas y más
altas. Y si no fuera por ellas, y aunque no las conozca, ningún compadre podría
cultivar la huerta en lo que él llama paz" Merry a Pippin
Solo un aspecto final que quisiera
destacar: Los hobbits, los
aparentemente más indefensos, se distinguen, no por donde viven, sino ante todo
y sobretodo, ¡por lo que aman!..., por
eso al final.... son ellos, los más pequeños, los que acaban triunfando y
salvando a su mundo.
* *
*
5 comentarios:
Ahora siento no haber visto "El señor de los anillos" como la rodearon de ese halo de fantasia nunca me apeteció, sin embargo con la interpretación que tú siempre nos das de ella, cada vez con un matiz nuevo, se aprende a valorarla de otra forma.
Desde luego las escenas y frases que nos has destacado, tanto ahora como otras veces, son un verdadero aliciente, no sólo para verla, sino para aprender a luchar por unos ideales y no amilanarse por verse poca cosa frente a otros.
Muchas gracias por hacerte presente entre nosotros, aunque debamos esperarte día tras día. Descansa y llénate de fuerza.
Te dejo en manos de tu querida Virgen de Fátima, te recordaré en la Misa porque ya sabía que era un gran aniversario para tí
Que Ella te colme de bendiciones y amor.
BESIÑOS y gracias
¡Señor ayudame a hacer tu divina voluntad!
Esto me inspira pedir tu entrada.
Gracias!!
SL2!!
DTB!!
Arcen en casa se saben de memoria los diálogos de esta trilogia sin igual...coincido totalmente contigo! un abrazo
Me encanta Tolkien ....he visto a conciencia eEl Señor de los anillos y he sacado buenisimas observaciones...un abrazo Arcen
Estas pausas me dan mucho miedo, así empezó Ángelo.
Por favor, descansa, pero no te canses de nosotros.
BESIÑOS Y QUE DIOS TE GUARDE
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