AÑO DE LA FE-licidad de la mano de MARIA.

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El año de la fe está a punto de abrir sus puertas (faltan solo dos días)... y eso supone para mí, una alegría que no puedo expresar con palabras.

Este mundo anda muy perdido, todos necesitamos de una renovación que disipe tanta confusión como hay. Necesitamos esperanza y luz para discernir.
La solución es la Iglesia, que una vez más, se ofrece como faro luminoso en la noche más cerrada, luminaria que nos indica la trayectoria posible, "GPS" infalible del camino seguro.

Este AñO DE LA FE es un regalazo increíble que todos tenemos que agradecer, es una grandísima señal que el Amor y la misericordia que Dios nos concede para proveernos de las gracias que necesitamos para afrontar esta hora del mundo. Por eso no podemos desaprovechar esta oportunidad.

Los cristianos necesitamos una nueva conversión que nos impulse y el mundo necesita que nosotros -valientemente y sin complejos- confesemos la fe, que es el mayor de todos los bienes. No podemos olvidar, ni lo que somos, -hijos de Dios-, ni lo que estamos obligados a demostrar. Es este un año para hacer crecer la fe dentro de nosotros, para empaparnos de ella, pero también para comunicarla y defenderla.

Me gustaron mucho las palabras que el Papa pronunció el pasado lunes. Benedicto XVI pronunció un breve discurso en el Sínodo de los Obispos para la nueva Evangelización que no debe pasar desapercibido.

El Santo Padre nos llama a los cristianos a una radicalidad activa, a una rebelión constante contra el pasotismo y la mediocridad... "los cristianos no deben ser "tibios, indiferentes", ese es el "mayor peligro en la actualidad". "Los cristianos ante todo..., deben ser creíbles", decía el Papa.

Es precisamente esa coherencia, la misma que corroboró posteriormente el relator del Sínodo, el Arzobispo de Washington, monseñor Wuerl, señalando y denunciando que la sociedad, exaltando la libertad individual y la supremacía de la persona (en exceso) hace que se pierdan de vista ciertos valores seculares y provoca que  muchas generaciones de católicos no conozcan si quiera las oraciones fundamentales de la Iglesia. No perciban el valor de la misa, y por supuesto ni se confiesan, con lo que lamentablemente han perdido todo sentido del misterio de lo trascendente.

Todo eso es lo que hay que restaurar en este bendito AÑO, en el que la Oración y los Sacramentos deben ser la respiración de la FE.

En cuánto a las oraciones más apropiadas para este evento, debo decir que estos últimos días previos a la inauguración del AñO DE LA FE, sabiamente el Papa ha ido sentado las bases.

La oración principal será la profesión de fe -EL CREDO-, cuyo rezo tendrá varias indulgencias plenarias, según las circunstancias (Ver enlace); pero también el Santo Padre nos ha pedido, -y esto es una gran noticia-, rezar EL SANTO ROSARIO durante todo este AÑO DE LA FE, poniéndonos en la escuela de María, maestra de la fe y centro vivo de ella.

Personalmente..,  recibo este nuevo AÑO DE LA FE cuando estoy  justo en la semana de recibir mi tercera sesión de quimio, y lo hago con una alegría inusitada porque lo hago de la mano de mi Madre, y porque sé que este AÑO va a ser un gran bien para mí y para todo el mundo.

Estoy deseoso de que empiece, anhelante de participar en las esperanzas de todos los bienes y maravillas que DIOS nos tiene reservados si sabemos aprovechar bien este AÑO DE LA FE.

Como católico pues, os invito a todos a entrar por esa  bendita “puerta de la fe” (cf. Hch 14, 27) que la Iglesia nos abre. Hagámoslo felices y conscientemente, buscando y trabajando por una nueva conversión que nos lleve a todos a la santidad, la propia y la de todos.

Ahora os dejo finalmente... con un vídeo inédito, sorprendente y precioso, que me parece muy oportuno traer hoy aquí. El vídeo ha sido un descubrimiento del mejor bloguero sin blog de toda la red (de mi amigazo Bruce) y se trata de "el rey" cantándole a LA REINA del ROSARIO. Que ELLA nos acompañe y nos guíe durante el AÑO DE LA FE, ahora y siempre.
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