sábado, 10 de noviembre de 2012

DIOS ME HABLA

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Dicen las Escrituras, los santos y todos los doctores de la Iglesia que la oración es imprescindible para salvarse. La oración es el alimento del alma. A través de ella, recibimos LA PALABRA que es verdadera comida. Por eso, creo que lo que voy a comentar hoy, es de gran importancia.
Algunos filósofos, escritores, cineastas, músicos..., artistas en general se han hecho de oro difundiendo el ya famoso y manido, -Silencio de DIOS-.
Además de esos artistas, yo tengo muchos conocidos y algunos amigos que dicen que DIOS -NO- habla.
Seguro que, todos esos, artistas o no, pregonadores del Silencio de DIOS, lamentablemente nunca han sentido la experiencia que he tenido yo. Yo tengo la evidencia: ¡DIOS HABLA!

Se puede pensar que los "que no oyen" es porque no han rezado nunca o no lo han hecho debidamente. O porque, pocas veces se han puesto con humildad y disposición a la escucha de la Palabra.
Puede ser que sí, por eso también creo que los que le "oímos"..., debemos no solo transmitir y poner en práctica lo que ÉL nos dice, sino intentar -poner a la escucha- a todo el mundo, evangelizar que en definitiva no es sino ¡curar sorderas!.. y también ¡afonías!
No podemos olvidar que esto de la oración es un continuo y maravilloso feedback, en el cual nuestra voluntad es condición indispensable para que suceda. "Oírle" es sobretodo un don de su Misericordia. Es un regalo. Pero no podemos olvidar que ¡hay que pedirlo para recibirlo!.. y a veces, insistentemente.
A veces EL tiene largos períodos en los que nos deja a nosotros, explayarnos, desahogarnos, exponerle nuestras cosas..., mientras que EL permanece callado, oyendo. Y luego, tarde o temprano, si hemos sido perseverantes y pacientes... SIEMPRE se deja sentir..., ¡habla! y además lo hace nítidamente.

Otra cuestión es... que no oigamos lo que queremos oír, que no obtengamos lo que estamos esperando..., sin embargo, el que tiene FE, sabe que SU respuesta es siempre, LA MEJOR; y aunque SU contestación no nos guste..., siempre nos tranquiliza.
A través de la oración, nos sabemos escuchados y sabiendo que nuestra petición está en sus manos de PADRE, lo dejamos todo a su voluntad. La oración pues, siempre deja PAZ en el alma.

Sí tantos beneficios tiene, escuchar a DIOS, ¿Podemos, -los que oímos-, silenciar que DIOS habla?..: ¡sería imperdonable!...; pero más que palabrerías, pienso que los testimonios personales son lo que más convence. Si una imagen vale más que mil palabras, una confidencia particular, probablemente podría valer más que mil ensayos o sermones.
Creo que, los que rezamos, podríamos contar múltiples experiencias;... por eso, hoy invito a mis lectores -a los que quieran- a contar aquí en mi HOJA, sus pequeñas o grandes anécdotas reales, más o menos extraordinarias, obtenidas gracias a la oración.
Como el ejemplo debe empezar por uno mismo, contaré una de las mías, ocurrida esta misma semana:

No, no es casualidad. Cuando las cosas ocurren tan repetidamente, la palabra "casualidad", pierde sentido. Esto es algo más. Y esta semana..., me ha pasado otra vez.
Como de muchos es sabido, mi director espiritual, hace tiempo me recomendó hacer oración con la Biblia. Cada día suelo leer meditadamente, tres párrafos. Uno del Antiguo Testamento, otro del Nuevo y otro del Libro de los Salmos. Y ahí me quedo, cierto tiempo, en silencio...,  a veces largo rato, tratando de apreciar debidamente, lo que DIOS quiere decirme a través de esas distintas lecturas.

Además de las Misas dominicales, el Evangelio ya lo he leído varias veces; sin embargo es ahora, gracias al genial consejo de -mi cura-, cuando estoy descubriendo en todo su esplendor, el Antiguo Testamento.
Hay partes del mismo, llenas de nombres de personas y lugares, que son de muy erizada lectura; sin embargo hay otros capítulos que son muy entretenidos, a veces divertidos y siempre interesantes.
Esta semana..., Ya había dejado atrás a Moises, su larga travesía del desierto y su muerte a las puertas de la Tierra prometida. Su sucesor JOSUÉ, es ahora el protagonista de mis lecturas
"Mi siervo Moisés ha muerto. Ahora levántate, pasa el Jordán tú con todo este pueblo, a la tierra que yo doy a los hijos de Israel...!" (1:2).

Pero antes de continuar, haré un breve paréntesis para hablar de mis circunstancias particulares, -que son las que van a dar valor a mi anécdota-. Abro corchetes...:
[Hay que decir que, precisamente esta semana he entrado en un tiempo de "stand by", de espera en lo que respecta a mi enfermedad/curación.
Acabé el tratamiento de quimio oral previsto, me han hecho un TAC y estoy ya aguardando la próxima visita al cirujano, que DIOS mediante será el próximo día 21.
Por todo eso, ¿para qué lo voy a negar?, ha sido tiempo de algo de impaciencia y de cierta duda e incertidumbre. Precisamente por eso una vez más, me afano en mis rezos; y lo hago con insistencia, mendigando las fuerzas y la seguridad que a veces me faltan...
Parecía que esta vez, no obtenía inspiraciones esperanzadoras, hasta que....]
Cierro corchetes...

Continuaré ahora, con mi relato bíblico.
La historia de Josué, en su inicio es espectacular. Es memorable el paso del Jordán y sobretodo la caída de Jericó. Para el que no conozca el episodio, brevemente, lo resumo..:
Después de pasar el río Jordán, los israelitas acamparon en Gilgal en donde renovaron su compromiso con Dios y celebraron la Pascua. El próximo paso era la conquista de Jericó. Así, mientras Josué hacía planes para el ataque a esa ciudad, le sobrevinieron todas las dudas:
¿Cómo se las iba a arreglar para apoderarse de aquella enorme ciudad amurallada con ese ejército de personas que no habían sido nunca entrenadas para la batalla?
Sin embargo... un ángel de DIOS se le apareció y le dió a Josué instrucciones detalladas para su asalto:
Había que tomar el arca de la ALIANZA DE DIOS y exhibirla, dando con ella y con sus sacerdotes al frente, una vuelta a las murallas durante 6 días. Al séptimo día..., dar 7 vueltas más y al término de la última hacer sonar las trompetas en señal de triunfo...
Aquella ciudad amurallada de Jericó parecía un enemigo formidable. Pero cuando Josué siguió los planes de Dios, los grandes muros no presentaron ningún obstáculo. Cayeron estrepitosamente dejando la ciudad desguarnecida y a merced de las tropas del SEÑOR. La ciudad fue conquistada simplemente con la marcha obediente del pueblo.

Al margen de lo interesante de la narración, el primer mensaje estaba claro, la victoria no es posible sin la obediencia a Dios. Y ahí me quedé..., aunque sin ser poca cosa, no pude obtener una inspiración adicional.
Sin embargo, DIOS a través de esta lectura, -conociendo "mi semana"-, tenía que decirme algo más, tenía que HABLARME personalmente.
Creo que lo que me sucedió posteriormente es el CLARO indicio de que DIOS me escucha..

Acto seguido, tras esa intensa y amena lectura, cerré EL LIBRO y abrí internet. Suelo visitar con cierta frecuencia, la página de GLORIA TV, tanto para formarme como para buscar recursos que luego pueda utilizar en el blog. Aquella mañana, lo volví a hacer con ese mismo propósito...
Cual fue mi asombro, cuando ví que el primer vídeo colgado tenía por título: "JERICÓ"... No podía ser casualidad, ¡tenía que verlo!
El vídeo es muy breve y os lo pondré al final de estas líneas. Lo que sí puedo decir es que es justo lo que necesitaba oír, y que llegó en el momento exacto en el que lo necesitaba. ¡No creo en la casualidad!

DIOS me estaba hablando además de la obediencia, de LA INSISTENCIA... Es como si me dijera, "Sé lo que te pasa, sé como estás. No desfallezcas, estoy contigo. Persevera, Insiste, no te rindas, sigue rezando, confia...; al final yo te escucharé, y ¡vencerás!".
Al terminar aquel brevísimo vídeo..., tan coincidente en tiempo y espacio con la lectura que acababa de hacer, mis ojos se llenaron de lágrimas -de alegría- y mi alma rebosaba de agradecimiento y paz, a partes iguales.

Si soy tan necio que no sé ver que estos son signos CLAROS de que DIOS me HABLA..., no sé que más podría esperar. Máxime cuando esta no ha sido la única ocasión; como esta, podría contar unas cuantas más. Y vosotros..., ¿queréis contarme alguna?
. . . . .
Aquí va el vídeo en cuestión, si queréis entender, en su totalidad, este post y mi reación posterior, deberéis verlo. Además, dura poco y es muy recomendable.
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"Sé lo que te pasa, sé como estás. No desfallezcas, estoy contigo. Persevera, Insiste, no te rindas, sigue rezando, confia...; al final yo te escucharé, y ¡vencerás!".

Pdta. final. Al igual que hizo hace unos días ANGELO en su blog en el que también pedía participación (VER ENLACE), este post estará colgado un par de días, para dar tiempo a que el mayor número de lectores, que quieran, puedan dejar su testimonio.
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12 comentarios:

Militos dijo...

Pues yo sigo con las trompetas, querido mío...
Luego te comentaré más despacio.

BESIÑOS de total esperanza

Alejandra dijo...

Querido Arcendo:no me importa para nada compartir contigo y con quien te sigue un par de intimidades "muy fuertes". De la primera hace unos ocho años. A los pocos días de morir mi padre, estaba yo delande del Sagrario diciéndole,a mi padre: "qué pena que teniendo tú y yo la química tan grande que teníamos, no nos pudiéramos despedir a las claras",(porque había un pacto de silencio implícito, sobre su enfermedad, ninguno queríamos hacernos daño, así que no hablábamos de eso). Y "oí": "yo no me podía despedir de ti, porque siempre voy a estar contigo, porque yo estoy en el Señor y el Señor está contigo"...
De la segunda anécdota, hace un par de días. Leyendo un blog(recomendabilísimo:
http://capellaniaaldeafuente.blogspot.com.es/) del sacerdote capellán del colegio al que iba Belén Langdon, una de las cuatro víctimas de Madrid Arena, ante la insistencia de que esta niña era una grandísima intercesora, pensé: Belén...y, antes de darme tiempo a pedir nada "oí": "¿qué, no quieres cruces?¿ y cómo piensas entonces ir al cielo?...
Sin palabras...
Un abrazo!.

Angelo dijo...

¡Claro que Dios habla! y más de una vez "he oído su voz" y me doy cuenta de que habla más de lo que recibimos. En mi caso, sé que muchas veces, no he querido escuharle. Hay que saber , que a Dos se le escucha en el interior, y ahí, es donde a veces, no se quiere entrar. Decía Santa Teresita. "Jesús no tiene necesidad de libros ni de doctores para instruir a las almas. Él, el Doctor de los doctores, enseña sin ruido de palabras."
Pues eso haces tú con tus post "hospitalarios" ayudarnos a estar atentos a esa voz de Dios. Gracias
Un abrazo

Militos dijo...

Lo mío es muy raro, Arcendo,porque Dios no me habla expresamente, pero que yo recuerde, siempre me ha hablado con hechos, casi siempre dolorosos, que han ido sucediendo en mi vida. Y ultimamente está más callado que nunca, pero no me importa porque El sabe que siempre le seré fiel, con su gracia, claro.

BESIÑOS del silencio

Militos dijo...

Qué buen testimonio el de mi querida Alejandra, me alegro mucho que te lo haya dejado en tu HOJA.

Un beso para ella
BESIÑOS PARA TÍ

Rosa dijo...

Está bien, ¡vaya lo que nos pides!, está vez nos incitas a "mojarnos" del todo...no sé si pulsaré el botón...

Era el día 31 de enero de 1992, una y media de la tarde, en la iglesia de san Francisco, en León, en una misa con el colegio.

A raíz de que mi padre se puso enfermo con la enfermedad de Pick, neurodegenerativa, me había apartado de la iglesia, no comulgaba y no me confesaba,y estuve así unos 7 años. No entendía el por qué mi padre estaba así.

Estaba embarazada de mi primera hija.
Cuando entré en la capilla para asistir a la misa, notaba desasosiego, no sabía bien qué me pasaba, era raro...
Comenzó la misa y llegó la hora de la comunión. Seguía rara, no sabía qué era...qué me pasaba...y escuché una voz dentro de mí que me decía: "Da testimonio de mí". Le dije a mi compañero de al lado: creo que me estoy mareando...y al momento sentí una luz dentro que me invadió por completo, que me empujaba a recibir la comunión...y comulgué...era como si estuviera en una nube, pero sabía que Dios me había hablado...
Cuando salí, traté de analizarlo racionalmente;la palabra "testimonio" no estaba en mi vocabulario, y me decía que a lo mejor es que estaba un poco débil debido al embarazo, o que eran imaginaciones mías; pero había sido tan fuerte lo que sentí, que me parecía imposible esa explicación.

Pasados dos días entré en mi librería habitual a ver los libros nuevos, y me encontré con Las confesiones de san Agustín. No pensaba comprarlo, pero desde la Facultad, el mensaje de san Agustín me había marcado, y casi sin querer lo compré. Comencé a leerlo por la noche, y me encontré con el mismo mensaje que él había sentido: "Da testimonio de mí". Después vino santa Teresa, no leía nada más, no quería leer nada más... Comencé a comulgar pero sin confesarme y no se lo conté a nadie, excepto a mi marido, a mi madre y a mis hermanos, porque sabía que me conocían bien...

Mi hija nació en febrero y en la Semana Santa, el día de Pascua, me encontré por casualidad, en la procesión, con un fraile capuchino al que quiero mucho. No vive en León pero se había acercado ese día. Sentí una alegría enorme cuando le ví, me abrazó y me dijo: "¡¡¡Felices Pascuas!!!"...y ¡¡¡ni tan felices!!!; al día siguiente me confesé y se aclararon todas mis resistencias racionales...

Este día marcó toda mi vida...mi padre todavía vive...y después llegó san Pedro Poveda...

Muchas gracias.

Boss dijo...

Uy! que si habla... pero antes de contar nada prefiero ponerlo en oración, los testimonios son armas de doble filo. O producen grandes conversiones, o alejas a todo el mundo porque piensas que estás loco. Después de rezar veré.
Hasta luego querido Arcen.

Militos dijo...

Con estos santos testimonios no me atrevo ni a dejarte mis buenas noches nos dé Dios, me parece una intromisión.
Que dios os bendiga a todos.

Boss dijo...

Prefiero contártelos en persona. Como aquel que te conté cuando nos tomábamos una horchata en una terraza en las afueras de Principe Pío.

Esto lo lee mucha gente que no sabrá valorarlo, así que en persona hablamos de lo que quieras.
Creo que es mejor así. Estoy seguro que lo entenderás.
Un abrazo!

PD:Nos queda mucho que ver por Madrid.

LAH dijo...

Si que habla !!!! y de que manera a veces, porque El nunca duerme, tengo muchas experiencias de sentirlo cerca, en silencio o al son de trompetas...aunque no entienda nada a veces confio en El, porque el ciento por uno lo he visto en mi vida tantas veces..me gusta que hayas tocado este tema, porque es a través de una experiencia -sea la que sea- cuando El se manifiesta en tu corazón, por eso hay que estar atentos siempre...y la oracion es la puerta para entrar en el dialogo con El. un abrazo y mis oraciones por ti y tus pruebas médicas, animo!

Ailyn dijo...

Muy buen post!

En los días que más sola me siento y cuando más lo necesito, El me envía mensajes. Siempre esta ahí.

Dios te bendiga y cuide Arcendo.
saludos :)

Militos dijo...

A pesar de todo no quiero faltar esta noche, pero te dejo acurrucado en los brazos de la Mami.

BESIÑOS y hasta mañana si Dios quiere.

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