CORDURA, ¡SEÑOR!, CORDURA.

Esta es la noticia, -entre otras cosas-, que provoca este post:

"Valenciano amenaza con el estallido de las calles por las medidas del Gobierno" (Ver enlace)

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Acabamos de vivir una de las gestiones de gobierno más desastrosas de toda la democracia. Nadie niega que la crisis ha sido mundial, la diferencia es el modo en el que han manejado el problema los distintos políticos.

Probablemente, si queremos ser honestos, no podemos culpar de todos los males al anterior inquilino monclovita; sin embargo en aras de esa misma honestidad, todos habrán de reconocer que, negar tercamente una crisis tan evidente, no fue la manera más idónea de iniciar una necesaria y acuciante recuperación.

Así mismo, intentar engañar reiteradamente al pueblo, con falsos espejismos, disfrazados de brotes verdes inexistentes, es algo imperdonable.

Ese mismo pueblo, que no es todo lo tonto que los políticos le suponen, al final hace pagar estas mentiras, con una sonora mayoría absoluta del partido rival, como se ha visto en los últimos comicios..., y eso, que no se presentaba el más mendaz de todos, con él, esa mayoría hubiera sido estruendosa.

En consecuencia, cuando el pueblo, -que cualquier demócrata reconoce como soberano-, dictamina que un determinado grupo merece un largo descanso; lo razonable es respetar esa decisión..., ¡escrupulosamente!

Hay que saber ganar y también hay que saber perder. Las últimas movilizaciones del partido socialista, supuestamente contra la crisis, demuestran que no saben, ni una cosa ni otra.

Pero no confundamos, no estoy diciendo que no sea legítimo y hasta saludable, protestar cuando sea necesario..., lo que critico son las formas, los modos, las sinrazones, ¡las deslealtades!

Es significativo, que para ejercer de pretendidos defensores del débil, el Psoe se ponga del lado de ese amalgama de marginales, llamados así mismos, "indignados"

No es la primera vez, ni será la última que yo hable, de los sucesos de Valencia, ni de los de la Puerta del Sol de Madrid. Les doy importancia por la preocupación que tengo, por el peligro que creo que suponen para la misma democracia.

Estos mentecatos, estoy hablando de los de Sol, que son los que tengo más cerca, empezaron de la forma más hippy:

Cuando "el movimiento" comenzó eran cuatro gatos haciendo acampada entre humos de porro y plantaciones de marihuana en macetitas al uso.

Luego, a medida que sabían que iba a ganar el PP, la sedición fue a más; y ya después del triunfo pepero, esos pacíficos porretas se transmutaron en bélicos mamporreros, enemigos de escaparates, contenedores, transeúntes y policías.

Sin embargo... seguían siendo cuatro gatos sin importancia, hasta que.. una panda de politiquillos irresponsables ha dado cancha a los violentos, a los antidemócratas. Eso si que es peligroso.

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De todos modos la Historia nos enseña, que no es la primera vez que la izquierda española, actúa así..., ¡no saben perder!. Les falta democracia, respeto y verdadero sentido de Estado y esto hay que decirlo así, por que es así.

España, igual que el resto de países occidentales, está pasando por un momento de graves dificultades. El paro es el primero de los problemas porque es el que afecta a más personas... y es de lógica que había que hacer algo con urgencia.

No valía ya excusarse con que antes no se había hecho nada, aunque fuera así. La situación exigía mirar hacía adelante, como ha hecho este nuevo Gobierno con esas reformas tan protestadas.

Lo que no era ya de recibo era la inoperancia, el sentarse para que las cosas cambiaran en Europa e ir a remolque de los demás. Lo que no era admisible era la mentira.

La situación era y es mala, y lo será durante cierto tiempo; no había brotes verdes y había que decirlo así. Lo que había que hacer era ponerse a trabajar con urgencia para poder cambiar las cosas, sin engañar al pueblo.

Nunca llueve a gusto de todos, ni nunca lo hará. Posiblemente se podrían haber hechos reformas mejores; sin embargo, estas tampoco son las peores.

Lo que no es tolerable es la actitud pancartera, eternamente rencorosa y siempre demagógica, del principal partido ahora, (mal que les pese) de la oposición.

Lo realmente pésimo es.... que esos políticos del psoe, que son los mismos que hace muy poco, han tenido altas responsabilidades en el Estado, Y NO HAN HECHO NADA, no se den cuenta del grave peligro que supone, alentar y jalear a grupúsculos de incontrolados que nada tienen que ver con la democracia formal.

A veces se hace necesario ROGAR lealtad con España, que no es simplemente un nombre por muy histórico que sea. Es un nombre detrás del cual, hay mucha gente, muchas personas, que incluso en otras ocasiones, también han votado al PSOE.

¡Lealtad! y Sentido de Estado es lo que se pide, sobretodo en momentos como los que estamos, y desde luego..., los socialistas no han dando la talla, ni antes no habiendo sabido actuar, ni ahora... poniéndose del lado de los más marginales, de los que se jactan ellos mismos de ser anti-sistema.

En democracia no vale todo, el fin que persiguen (el poder perdido) no puede justificar EN NINGÚN CASO, unos medios tan arriesgados. 
No se puede ser tan egoísta, tan ciego o tan mezquino de volvernos a buscar un grave enfrentamiento que nadie, en su sano juicio, desearía.

Los acontecimientos se han ido sucediendo en escala creciente. Las revueltas ya no están solo en la calle, están en los colegios, en las universidades y ahora quieren llevarlas también a la sanidad. El objetivo no es la gran huelga general, sino hacer efectiva la gran -revolución- que ellos creen pendiente, eso es lo que más miedo da.

Prefiero pensar que las noticias son perros que ladran mucho y nada muerden... , sin embargo, las que van surgiendo día a día en los distintos medios, justifican mi preocupación. Leyéndolas es lógico adivinar que todo puede acabar enfangado y termine donde nadie quiere.

Yo no tengo dineros, casas, ni haciendas; no soy siquiera mileurista; no me da pánico una revuelta por lo que, materialmente me puedan quitar, ¡no tengo nada! Me da pavor en primer lugar, por mi familia, por mis hijos, y después por la amenaza que supone, una asonada de grandes proporciones en manos descontroladas, contra el futuro y contra la libertad misma.

¿Por qué otra vez, hablo de lo mismo?

Ya lo he dicho antes, en primer lugar... por miedo.

Y en segundo lugar porque para eso es este blog, ante todo para compartir, vivencias y sentimientos, como es este desasosiego intranquilizador que hoy siento y así os manifiesto.

Ojalá vuelva pronto el raciocinio, la verdadera solidaridad, la cordura de ponernos todos a remar en la misma dirección para sacar este barco a flote, en vez de estar maquinando para hundirlo.

A DIOS se lo pido hoy. A ÉL que siempre es la tabla de salvación. A ÉL que cuando todo está peor, nunca me falla.

Cordura ¡Señor!, Cordura.

Hoy solo te pido eso, para mí, para los míos, para mi pueblo, para el mundo.

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