IN MEMORIAM

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Hoy es domingo, todavía es fin de semana, por tanto en este blog, teóricamente tocaba música; sin embargo, algunos ya sabéis de lo mucho que me gusta romper -no las reglas-, pero sí la rutina.

Así que hoy, me siento llamado a hablar de literatura, concretamente de AGUSTÍN DE FOXÁ.

A Foxá, esta HOJA ya le dedicó en su día un post (Ver ENLACE), sin embargo hoy vuelve aquí por dos motivos.

Primero y principal, porque es uno de mis escritores preferidos y...

Segundo, accesorio y  pretexto de este artículo, porque dentro de un par de días se cumplirán 106 años de su nacimiento.

Como decíamos en aquella referencia, Foxá perteneció a aquella generación de excelentes escritores, brillantes prosistas y buenos poetas, como Pemán, Ramiro de Maeztu, Sánchez Mazas, Eugenio D´ors o Rafael García Serrano; ahora tan injustamente echados al olvido y de los que estoy convencido, algún día la historia volverá a poner en su sitio.

Foxá fue muchas cosas, abogado, diplomático, escritor, miembro de número de la Real Academia Española, y viajero; pero sobretodo fue un intelectual de mucho peso que cultivó casi todos los géneros literarios. La lástima es esta triste España que engendra hijos que se desdeñan entre si.

A Foxá, que era aristócrata de cuna, conde de Foxá y marqués de Armendáriz, bien podíamos también incorporarle como singular exponente de la nobleza de la cultura y del espíritu. Lo que ocurre con estos magníficos personajes es que, la ley del péndulo, en esta hora, ha enviado al destierro, sin piedad, a los que fueron ganadores de la guerra civil y este es uno de los máximos castigados. A este, será difícil perdonarle que, junto a Rafael Sánchez Mazas, Dionisio Ridruejo y José Antonio Primo de Rivera, redactara alguna estrofa del estigmatizado “Cara al sol”.

Hoy el péndulo está en el otro extremo..., lo peor es que la pléyade de artistas progres, triunfadores sin ningún merecimiento, es más larga que la muralla china. Basta autoproclamarse progre para que toda la crítica les rinda pleitesía..., así está la "kultura" patria. Ante esta gran verdad maniqueísta que todo lo envuelve..., no puedo evitar hacerme curiosas preguntas...

¿Qué hubiera sido de Alberti, por ejemplo, si no llega a ser comunista?

¿Cultura de Izquierdas?, ¿Cultura de derechas?

¡la cultura es de quien la ejercita!

Sin embargo, estoy seguro que los que abogan por unas ideas más liberales gozan de más plena libertad creativa.

Al hacer un balance equitativo, en el que se tengan en cuenta los valores de la ética, incluso la fe religiosa, lo que coloquialmente se sigue llamando "derecha" tiene todas las de ganar. El ancla ideológica que supone un pensamiento único es demasiado pesada y el humanismo real, habitual y afortunadamente siempre busca paisajes sin paredes que no supongan coto para la creación.

Foxá era inteligente y sensible, por eso también, era locuaz y muy ocurrente, sabía utilizar la ironía como pocos. De Foxá no solo fueron famosos sus libros, también sus anécdotas fueron celebres.

Una de las más conocidas es la que tuvo lugar con un alto mando de la delegación diplomática de EE.UU., con ocasión de la negociación de un crédito blando en Dólares en los años 50. Al oír de éste un despectivo comentario:

"Uds. los españoles, mucho meterse con los americanos pero hay que ver lo que les gustan los dólares"

Foxá, haciendo gala de su agilidad mental característica, le contestó:

"Si, también nos gusta mucho el jamón ibérico pero no por eso nos acostamos con los cerdos"...

Su ingenio y su mordacidad le enfrentaron a personajes tan variados como el Conde Ciano, que le llegó a expulsar de Italia; el dramaturgo Joaquín Calvo Sotelo y a falangistas variopintos que no le perdonaban sus sarcasmos: «Menuda patada le van a dar a Franco en nuestro culo», llegaba a decir, con un humor, que muchos nunca le comprendieron...

De su obra, hoy nadie medianamente cuerdo, puede negar que su "Madrid, de Corte a checa" es una de las más estremecedoras y magníficas novelas, de cuantas se han escrito sobre la Segunda República. Sin embargo le escatiman los elogios, se le ningunea con tesón, se le olvida con injusticia.

Así para ser justos, por tanto defensores de la verdad, es necesario decir y reconocer que Foxá fue un personaje deslumbrado, al que sólo la cicatería y la envidia han podido condenar al ostracismo.

El juicio ponderado y -nada sospechoso- de otro grande, el escritor Francisco Umbral, decía de Foxá que:

"... era un escritor rápido, brillante, preciso y precioso para el detalle, valiente para el adjetivo, valleinclanesco en la sintaxis"

Con esas palabras me quedo y concluyo...

Hoy hemos querido RECORDAR aquí a este gran OLVIDADO, que nació en 1906, en Madrid, un 28 de febrero, cuando era... precisamente Miércoles de Ceniza.

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"Nunca, con el pretexto de un hambre milenaria,
os daremos a Cristo, dormido en su custodia.
Nunca la gracia, el ritmo del vals, la cortesía,
el alado abanico, la espuma, el amor puro,
nuestro cielo teológico, la oración y el armiño,
la espada, la bandera y el Versalles monárquico
tiraremos, temblando, ante el cerrado puño"

Agustín de Foxá Torroba, conde de Foxá y marqués de Armendáriz

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