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Cada día recibo nuevas señales de confirmación.
Este AÑO DE LA FE era prioritariamente necesario, tanto es así que, estoy
convencido de que su proclamación ha sido una inspiración directa del Espíritu Santo
de DIOS, a su siervo el Santo Padre Benedicto.
Había
y hay aún, mucha confusión con respecto a nuestra fe, su práctica y la forma de
transmitirla a los demás. Incluso en el interior de distintos círculos
católicos, hay grandes diferencias..., discrepancias profundas..., algunas
incluso lindantes con la herejía. Por
eso.., convenía en todo caso, repasar, reavivar nuestras VERDADES. Reafirmar
nuestros cimientos.
Nuestra fe no es un mero cumplimiento farisaico de normas y ritos, se
basa principalmente en el amor; sin embargo si no queremos caer en peligrosos
"buenismos", que poco tienen que ver con la verdadera caridad
cristiana, no podemos olvidar el seguimiento de ciertos procedimientos que la
Iglesia propone y pone a nuestra disposición.
La
Iglesia de Roma, guiada por Pedro e inspirada por el Espíritu, es la
depositaria de la Tradición iniciada por su fundador, el mismo Jesucristo.
Nuestro basamento principal es precisamente esa Tradición -por muchos
despreciada-, por medio de la cual nos llegan, a través de los siglos, la
Palabra y los Sacramentos, nuestras columnas esenciales.
Hay sectas que se basan SOLO en la Escritura.
Hay, en cambio.., otras confesiones, por el contrario, que no conceden al LIBRO el valor, ni la relevancia debidas.
Hay, en cambio.., otras confesiones, por el contrario, que no conceden al LIBRO el valor, ni la relevancia debidas.
Ciertamente
ni lo uno, ni lo otro. Por supuesto que Jesús, Nuestro Señor no repartió Biblias durante su vida pública; ÉL
fundó la Iglesia, esta Iglesia que perdura hasta el día de hoy y nos transcenderá.
¡PERO...!, la Biblia tiene una importancia superior pues en ella está precisamente
LA PALABRA escrita DE DIOS.
La Biblia es un documento imprescindible
para el hombre. Es una colección de libros, escritos por distintos hombres y en
distintas épocas, que narran algún hecho determinado, pero que están
íntegramente inspirados por Dios.
La Biblia no es simplemente un libro de
ciencias, ni un mero tratado de historia; es un libro que nos relata la
Historia de la Salvación humana, que es nuestra propia historia.
DIOS que, siempre quiere que todos lleguemos
a buen puerto, nos propone la mejor guía GPS, su PALABRA escrita, contenida en la
Biblia.
Pero ese no es el único puente
divino; la otra parte
fundamental e imprescindible, son los SACRAMENTOS que son el vestigio, la
huella y sobretodo la presencia, del mismo DIOS a su paso por nuestra tierra.
DIOS quiere que todos nos salvemos, tanto
por medio de su Palabra escrita, como también por su Palabra hecha carne... y
luego transformada milagrosamente en Pan comestible, gracias al inmenso regalo
que es la Eucaristía.
De ese modo, con estos dos asientos, su
promesa de permanecer con nosotros hasta el fin de los tiempos, es
reconfortantemente real.
Sin embargo..., son muchas, demasiadas... y algunas -estoy seguro-
inspiradas por "el contrario", las múltiples interpretaciones que se
hacen de las cosas de DIOS.
Algunos se atreven a proyectar la duda sobre
la eficacia sacramental, reemplazando estas fuentes de gracia por simples
conmemoraciones; y en más de una ocasión la doctrina es modificada a gusto del
consumidor.
El ataque principal del "enemigo"
se hace precisamente hacía nuestros cimientos:
Se pone en duda la doctrina, y lo peor es
que los discrepantes utilizan interpretaciones de ¡la misma Biblia!, para
atentar frontalmente contra nuestras líneas de flotación.
Por todo lo dicho..., estoy seguro de que
ahora Jesús, -que siempre oró pidiendo que todos fueran uno, como él y su Padre
son uno-; se apena enormemente al ver la mucha división que existe no solo
entre las distintas confesiones sino, incluso en el mismo seno de nuestra
querida Iglesia Católica.
Hay poca humildad y a veces
ninguna obediencia, de tal
modo que la división a nadie favorece y a todos perjudica. El mandato divino es
que la Iglesia es UNA, Santa, Católica y Apostólica, y debe permanecer así.
La luz, la Roca inmutable es ROMA. El Papa, sucesor de Pedro, es el último
reducto, la interpretación suprema, el faro de la cristiandad en el que todos
han de mirar... La infalibilidad papal es un dogma que no está obsoleto, ni
nunca fue (no puede ser) derogado. DIOS no pasa y sus cosas permanecen firmes
ayer, hoy y siempre.
Esta Iglesia nuestra, desde sus inicios
estuvo compuesta por hombres frágiles como nosotros..... (caso de Judas y las
vacilaciones de Pedro), pero eso no quita para que esta sea la única elegida y
fundada por Jesús, Nuestro DIOS.
Por todas esas penas que
tenemos al ver tanta desunión,
por todas esas preocupaciones que nos afligen al contrastar la separación,
acudimos a María.
Le pedimos a la
Virgen, que es Madre de la IGLESIA, que nos ayude a ser humildes, a tener
siempre deseos de formación y ansias de caritativo apostolado para buscar
siempre CAMINOS DE UNIDAD entre los hijos de DIOS y le pedimos que nosotros nunca seamos
obstáculo.
A Ella
también la pedimos, para que con humildad y sabiduría sepamos ser siempre fieles
a las directrices, del que por tradición y por la misericordia de DIOS, es
Vicario de su Segunda Persona, en esta tierra nuestra.
Se lo pedimos, porque ELLA (como nuestro fiel Papa, Benedicto XVI) siempre
nos conduce a su hijo, ÚNICO Mediador y no a Ella misma (Jn 2,5) Amén.
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...
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6 comentarios:
He podido hacer una escapadita. Qué estupendamente bien nos viene este post tuyo. lo estábamos pidiendo a gritos, por desgracia hoy los católicos nos estamos dividiendo en un mar de confusiones, gracias a Dios que tenemos un Papa, Pastor y Maestro, que conoce por donde derrotamos y este AÑO de la FE, nos va a confirmar en ella a muchos.
Que el Espíritu Santo nos de luces y fuerza para llevar la auténtica fe de Cristo a todas las almas.
Y como tú, se lo pido también a María, esposa del Espíritu Santo.
BESIÑOS y muchas gracias por todos tus testimonios, querido Arcendo.
Amén.
Gracias.
Fantástico! nada que añadir.
Feliz domingo.
Me sale el aplauso desde lo mas profundo del corazón y si, hay desunión, le temo más al tentador que hay dentro de la Iglesia que el campa a sus anchas por este mundo, pero confio como tu en la Madre que sigue intercediendo por nosotros, hay que seguir rezando mucho. un abrazo Arcen
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